Mexicali, BC., Con un globo gigante en forma de bebé para subrayar sus actitudes infantiles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido por manifestantes estadunidenses que lo vieron recorrer unos 15 kilómetros del muro fronterizo que separan las ciudades de Calexico, California, y de Mexicali, Baja ­California.

De lado mexicano, el Frente Cívico Mexicalense y la organización Ángeles de la Frontera cancelaron las protestas programadas, como lo hicieron durante la visita de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen M. Nielsen, el 18 de abril de 2018, y del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, el 7 de mayo de 2018. Tampoco se llevó a cabo la protesta de las caravanas de migrantes centroamericanos que se encuentran en Mexicali desde hace más de un mes, aunque otros permanecen desde finales de 2018.

El Baby Trump ondeó alrededor del mediodía allende la frontera donde hubo dos marchas contra la política migratoria estadunidense que se centra en dos puntos: la negativa de dar asilo a desplazados por la violencia y la construcción de un muro de más de 3 mil kilómetros para sellar la frontera con México.

Las protestas se generaron también por el anuncio de Trump de cerrar la frontera, gravar con 25 por ciento a las importaciones automotrices, una sanción económica de 500 mil millones de dolares por el tráfico de drogas que cruzan hacia Estados Unidos provocando la destrucción de familias y la muerte de 100 mil estadunidenses cada año.

El muro es un tema menor, pues hay problemas pendientes, como generar mejores empleos. En el condado de Imperial [norte] hay un índice de 27.5 de desempleo, exis­ten daños al ambiente y se requieren buenos trabajos y educación, señaló Ángel Esparza, uno de los convocantes de la Marcha de la Unidad Nacional en la que participó más de un centenar de residentes de Calexico.

En su trayecto entre El Centro –en Imperial– y Calexico, también hubo manifestaciones de apoyo al presidente Donald Trump por ciudadanos que ondearon banderas estadunidenses, situación que aprovechó el republicano para ilustrar su visita al suroeste de California.

A las 13 horas recorrió un tramo de muro construido en el segundo semestre de 2018, con recursos que gestionó Trump, en las in­me­diaciones del puerto fronterizo de Calexico, el cual tiene una altura de diez metros y una base en cemento de tres metros de profundidad.

En Mexicali y Tijuana hay más de mil integrantes de las caravanas migrantes que solicitaron asilo político al Washington, en San Ysidro y Calexico, California.

Además en estas ciudades se encuentran 300 peticionarios que fueron devueltos a la frontera mientras un juez estadunidense resuelve su situación migratoria.