Para encontrar una solución conjunta y multilateral a la sobreproducción mundial de acero, el subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía (SE), Ernesto Acevedo Fernández, planteó en nombre de México renovar el mandato del Foro Global sobre Exceso de Capacidad de Acero.

Dicho mecanismo fue creado en 2016 por los integrantes del Grupo de los 20 (G20) y otras 13 naciones para incrementar la cooperación e intercambio de información con el fin de reducir el exceso de capacidad instalada en la industria siderúrgica, pero cuya vigencia fue prevista sólo para tres años, lo cual quiere decir que concluirá en diciembre próximo.

La producción mundial de acero llegó a 2 mil 234 millones de toneladas métricas, lo que implica un excedente de 425.5 millones de toneladas respecto de la capacidad instalada y de las cuales la mitad produce China. Aunque para 2019 no se prevén incrementos significativos en su demanda, el exceso de capacidad continuará ejerciendo presión en las operaciones de las siderúrgicas y en las medidas comerciales de los países en el sector, advirtió la SE.

Rechazo a medidas unilaterales

Acevedo encabezó la delegación mexicana que participó en las reuniones del Comité del Acero de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y del Foro Global sobre Exceso de Capacidad de Acero del G20 realizadas en París, Francia, donde se rechazaron las medidas unilaterales que algunas naciones han puesto en marcha sobre el acero, debido a las distorsiones que genera en el mercado y la producción siderúrgica mundial.

Acevedo Fernández también sostuvo reuniones de trabajo con funcionarios gubernamentales y representantes de la industria siderúrgica de Canadá y Estados Unidos, en las cuales demandó la eliminación inmediata del arancel de 25 por ciento que el gobierno del presidente Donald Trump impuso a las exportaciones de acero de México y otros países desde junio de 2018, justificando la medida con que se trata de un asunto de seguridad nacional.

Quitar dicho arancel, dijo, no sólo mejoraría la relación comercial, sino también fortalecería la competitividad de la región para enfrentar la delicada situación que vive el sector del acero a escala mundial.