Mexicali, BC., No eran pescadores, sino cazadores furtivos que cometían actividades criminales en el Mar de Cortés y provocaron un enfrentamiento con marinos que dejó un saldo de dos personas heridas la mañana del jueves 28 de marzo, confirmó la organización Sea Shepherd Conservation Society.

Esta organización difundió un video grabado con un dron en el cual se ve el momento en que los presuntos delincuentes son sorprendidos por los ambientalistas y cómo posteriormente, ya en tierra, son perseguidos por marinos de la Armada de México.

La grabación confirmó que los cazadores furtivos tenían en sus redes ejemplares de totoaba, especie endémica en peligro de extinción, y sus acciones están vinculadas al tráfico ilegal de esta especie, agregó el grupo informante.

Las acciones fueron transmitidas de inmediato a las autoridades mexicanas. Al confirmar que los sujetos no eran pescadores, sino cazadores furtivos que cometían actividades criminales, el buque interceptor de la Marina persiguió el esquife”. La Secretaría de Marina reconoció que en la confrontación en el puerto de San Felipe, se activó el arma de un marino pero se trató de un disparo accidental. Enrique García Sández, El Quiqui, resultó con heridas en cabeza, brazo y pierna; el reporte médico indica que su estado de salud es grave pero por el momento estable.

Durante su traslado del Hospital General al Hospital Almater, un exclusivo nosocomio de la capital de Baja California, el paciente abrió los ojos –lo que implica recuperación–, los médicos descartaron muerte cerebral y está en coma inducido. De confirmarse el dicho de esta organización ambientalista, García Sández sería un cazador furtivo y no un pescador.

La Procuraduría General de Justicia de Baja California inició la carpeta de investigación, alrededor de las 19 horas del viernes –12 horas después del incidente–, toda vez que la Fiscalía General de la República (FGR) carece de agencia del Ministerio Público en este puerto mexicalense.

Durante todo ese día se produjeron más incidentes de los pescadores con los marinos que resultaron con daños en propiedad ajena, expresó la procuradora Perla del Socorro Ibarra.

La mañana del 28 de marzo de 2019, los barcos de Sea Shepherd realizaban patrullajes rutinarios en el alto Golfo de California, México, cuando se identificó una red de enmalle ilegal de totoaba. Mientras seguía el protocolo de recuperación de la red ilegal, una panga se dirigió hacia el M/V Sharpie a toda velocidad, señaló.

Advirtieron que el esquife se acercó al barco de Sea Shepherd y comenzó a recuperar agresivamente la red ilegal de totoaba que Sea Shepherd estaba confiscando con las autoridades mexicanas a bordo, por lo que notificó a la Armada de México. Los cazadores furtivos comenzaron a transferir peces de totoaba desde la red a su bote y eliminaron la red a pesar de las órdenes del personal de la Armada de abandonar el área.

Cuando el Sharpie se encontró libre de la red de totoaba, el capitán maniobró para abandonar el área pero, señalaron, empezó una persecución de los cazadores furtivos que comenzaron a hostigarlo al dar vueltas agresivas alrededor de la embarcación que realizó maniobras evasivas contra la situación de piratería.

El esquife dejó de acosar a la nave de Sea Shepherd cuando un buque interceptor de la Marina de alta velocidad llegó a la escena y comenzó a seguirlos.

Además de reconocer a la comunidad pesquera legal y artesanal en su deseo de restablecer la paz y la seguridad en la región, la organización sostuvo que mantendrá su trabajo, en coordinación con el gobierno de México, para proteger el refugio de las vaquitas y salvar a la marsopa de la extinción.

Ayer el secretario de Seguridad del gobierno federal, Alfonso Durazo Montaño se comprometió a reforzar la presencia de las corporaciones y regresar los programas sociales o apoyos económicos a los pescadores que durante varios meses dejan de pescar debido a la veda impuesta por las autoridades. De gira por Guaymas, Sonora, señaló que estas medidas servirán para frenar los choques entre los pescadores del Alto Golfo de California y las agencias de seguridad.

Señaló que su dependencia tiene detectados tres grupos que participan en estos enfrentamientos: uno, pescadores con intereses legítimos; los ajenos a las comunidades, y organizaciones criminales que se aprovechan de la complejidad de las circunstancias.

La totoaba es una especie en peligro de extinción y su pesca está prohibida en el país desde 1975, no obstante, en el mercado asiático su vejiga natatoria o buche alcanza 60 mil dólares el kilo.