Domingo 31 de marzo de 2019, p. 25
Desconocimiento de la población, baja participación, uso clientelar del presupuesto participativo de los comités ciudadanos y consejos de los pueblos, así como la inviabilidad de proyectos que se someten a opinión de los ciudadanos, son parte del diagnóstico de la Comisión de Participación Ciudadana del Congreso por el que se decidió aplazar la consulta y la elección de los órganos de representación vecinal.
Los que se quiere es generar una ley que realmente empodere a los ciudadanos y facilite su interacción con las autoridades
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Los registros del Instituto Electoral de Ciudad de México refieren que en el caso de la consulta sobre el presupuesto participativo, en 2014, con una lista nominal de 7 millones 229 mil 463 capitalinos, participaron 188 mil 764, apenas 2.64 por ciento; cuatro años después, en 2018, de los 7 millones 628 mil 256 registrados sólo opinaron 246 mil 660, o sea 3.2 por ciento, expuso Donají Olvera Reyes, vicepresidente de la comisión y representante del grupo parlamentario de Morena ante el órgano electoral.
Explicó que el presupuesto participativo debe ser una herramienta orientada a proyectos en las colonias, pueblos y barrios que favorezcan la regeneración del tejido social o de la vida comunitaria y se ejerza con transparencia.
Agregó que la Ley de Participación Ciudadana debe ser accesible para todos y promover la asamblea ciudadana como un espacio para la toma de decisiones, como la misma elección de los órganos de representación y la aplicación del presupuesto participativo.