Sábado 30 de marzo de 2019, p. 31
Roma. El Papa Francisco publicó tres documentos para prevenir, combatir y procesar judicialmente a quienes cometan abusos sexuales contra menores en el territorio vaticano y en otras dependencias pontificias alrededor del mundo, como las nunciaturas, en los que establece la obligación de denuncia inmediata cuando se tenga noticia del abuso bajo pena de multa o cárcel. Anunció también la ampliación de la prescripción de estos delitos hasta que la víctima cumpla los 38 años.
Además, amplía la categoría de adultos vulnerables, cuyos casos deben ser tratados como los de los menores: Toda persona en estado de enfermedad, deficiencia física o mental o privación de la libertad personal que, de hecho, incluso ocasionalmente, limite la capacidad de comprender o de querer o de resistirse a quien le ofende
. También obliga a perseguir de oficio otros abusos contra menores, como el maltrato.
Estos actos refuerzan la protección de menores a través de la potenciación del cuadro normativo. El santo padre desea que, también gracias a estas normas que conciernen al Estado de la Ciudad del Vaticano y la curia romana, madure en todos la conciencia de que la Iglesia debe ser cada vez más una casa segura para los niños y las personas vulnerables
, informó el director de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.
Para Gisotti, la publicación de estos tres documentos es de gran importancia
porque responden a la exigencia de pasos concretos manifestada por el pueblo de Dios al enfrentar la plaga de los abusos a menores
.
Fruto de la cumbre antipederastia
Por su parte, en un artículo el director editorial de la oficina de comunicación de la Santa Sede, Andrea Tornielli, declara que la nueva ley vigente en el Estado Vaticano y las dos líneas guía pastorales son fruto de la cumbre antipederastia que reunió a todos los presidentes de las conferencias episcopales a finales de febrero.
“Se trata de leyes, normas e indicaciones muy específicas, sobre todo para los destinatarios. Se restringe sólo al Estado del Vaticano, donde trabaja un gran número de sacerdotes y religiosos pero hay muy pocos niños", reconoce Tornielli.
Francisco firma los tres documentos, aunque eso sólo era indispensable en el Motu proprio. Expresa en éste su deseo de que madure en todos la conciencia del deber de señalar los abusos a las autoridades competentes y de cooperar con ellas en la actividad de prevención y contraste
.
Para Tornielli, aunque estas leyes han sido pensadas para una realidad única en el mundo
, donde la máxima autoridad religiosa es también el legislador
, contienen consideraciones que son coherentes con los parámetros internacionales más avanzados
en protección de menores.