La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el fracaso en la instalación del tubo conocido como K invertida, cuyo costo fue de 480 millones de pesos, se debió a que falló el diseño de la pieza.

Los trabajos para su colocación se efectuaron durante los primeros días de noviembre –al cierre de la pasada administración– y ocasionaron el mayor corte hídrico en la historia de la región que afectó a 7.5 millones de personas de Ciudad de México y del estado de México durante 10 días.

Ayer en un comunicado la Conagua explicó que debido a que ya no se contempla la instalación de esta pieza de 120 toneladas y tres metros de diámetro, dio por terminados los contratos con la empresa a la que se asignó el proyecto. Precisó que sigue el peritaje técnico independiente de esos trabajos, así como un procedimiento administrativo del Órgano Interno de Control para verificar los procesos de adjudicación, contratación, ejecución y supervisión, para determinar si hay responsabilidades administrativas de servidores públicos.

Explicó que se llegó a la conclusión de que la pieza estaba mal diseñada después de un proceso de revisión técnica y administrativa de los trabajos de la interconexión entre la planta de bombeo número 5 y la torre de oscilación del Sistema Cutzamala, en Villa de Allende, estado de México.

De acuerdo con la información que proporcionaron las autoridades de la Conagua en noviembre, las empresas que estuvieron a cargo fueron Consultoría de Ingeniería para Soluciones Integradas (Cisi) y Consultoría en Obras Estructurales de Tuberías, que presentaron en forma conjunta el proyecto de mantenimiento que consistía en la instalación de la pieza y en la reconexión de motores a otra vía. En noviembre se informó que la falla en la instalación de la pieza fue porque no se había construido una base de concreto para apoyarla.

Ahora, la actual administración de la Conagua apuntó que debido a que es fundamental garantizar el suministro continuo de agua potable a los habitantes del Valle de México se hizo un nuevo diseño para la interconexión de las dos líneas de alta presión en este tramo, el cual garantiza una operación correcta del abasto del que dependen 13 alcaldías de Ciudad de México y 12 municipios mexiquenses.

La comisión explicó que en los próximos días se dará a conocer el procedimiento de contratación de los trabajos que garanticen la redundancia del sistema, lo cual significa tener una segunda línea de conducción para que en futuros mantenimientos no paren las operaciones del Cutzamala. Precisó que las maniobras de instalación de la interconexión no ocasionarán cortes de agua. Además, indicó, continúa el peritaje técnico independiente con el fin de revisar detalladamente todos los procesos de supervisión, operación e instalación, así como determinar las causas en la falla del diseño de la K invertida. Esto “y aplicar las acciones correspondientes, administrativas o de otra índole.