Madrid. El director de la Diplomacia Cultural de México, Enrique Márquez, perteneciente a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), aseveró que cuando los ‘‘temas históricos”, como el de la invasión de Hernán Cortés a México, ‘‘son tocados” por los políticos ‘‘se enrarece su naturaleza y se pervierten”.

De visita en Madrid, el funcionario vivió en primera persona la intensa polémica desatada en España por la propuesta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de que se pidiera perdón a los pueblos originarios por el ultraje, por lo que ha recibido insultos y descalificaciones sobre todo desde la derecha española.

Ningún diplomático o funcionario mexicano en España, incluida la embajadora, la priísta Roberta Lajous, ha defendido públicamente esa iniciativa ni ha reclamado respeto ante los improperios contra el mandatario mexicano.

En la presentación de la programación de la Casa de México en España –proyecto impulsado por el empresario Valentín Díez Morodo–, el recién nombrado responsablede la ‘‘diplomacia cultural” se refirió a la semana en curso, tras el estallido de la polémica por la petición de AMLO, de ‘‘intensa” y ‘‘polémica”. Y advirtió que ‘‘no era para tanto escándalo porque las conmemoraciones históricas siempre abren la oportunidad de la reflexión conjunta. De una reflexión que acerca más que separa, así sean los temas más escabrosos como es el de la Conquista de México, pues conllevó muchos procesos; no fue una operación burda, militar y un acto de ocupación y ya. Es un encuentro del español. Es el ingreso del español entre nosotros. Es el inicio del mestizaje. Nos debemos a una cultura común multicultural”.

Un debate en el que sólo participen los historiadores

El problema, a juicio de Márquez, es que se inmiscuyeran ‘‘los políticos” a un debate que él cree se debe circunscribir estrictamente a los historiadores. ‘‘Cuando los temas históricos son tocados por el debate político o por los partidos políticos, se enrarece su naturaleza y se pervierte la grandeza que la cultura tiene. Toca a los historiadores españoles y mexicanos que asumamos con entusiasmo y responsabilidad la tarea de releer los hechos pasados con la perspectiva de que nos acerquen y nos comprendamos mejor.

‘‘Estoy seguro de que así será si se pone el énfasis de la Conquista como el encuentro de la utopía mexicana que plantean muchos de los frailes españoles que se convierten en defensores de los indios. Podemos hablar de los soldados españoles, pero también de todos aquellos españoles que se convierten a la causa indígena. A la defensa del mundo indígena.”

Márquez dijo que en la reflexión sobre la invasión española se debe pensar en ‘‘qué nos ha faltado a los mexicanos por hacer en relación con las comunidades milenarias indígenas, pues la Conquista, aparte de llamar a un debate y ojalá sea muy bueno entre historiadores, llama a la polémica respetuosa y fundada. Y debe llamar a un debate de los mexicanos con nosotros mismos”.

Luego de un caudal de insultos y descalificaciones de partidos políticos españoles, sobre todo los conservadores y de derecha, pero también de numerosos medios de comunicación y periodistas, ningún representante de la embajada de México en Madrid ha hablado públicamente ni defendido la iniciativa del mandatario mexicano.

Añadió que durante su gestión, en sus actividades relacionadas con España, destacan dos efemérides: 500 años de la invasión de Cortés y 80 años del arribo del primer barco con exiliados españoles después de la Guerra Civil (1936-1939). El hijo del general Lázaro Cárdenas, Cuauhtémoc Cardenas Solórzano, estará al frente de esa comisión conmemorativa.