Los testigos sociales como figura para la supervisión social de los contratos gubernamentales se ha convertido en una simulación; su papel ha sido más bien de alcahuetes de dichos contratos, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, al anunciar que se revisará ese esquema porque sólo han legitimado el influyentismo y la corrupción, pues previamente acordaban a puerta cerrada empresas y gobiernos anteriores.

Además, informó que el crecimiento de las tomas clandestinas para robar combustible ha crecido muchísimo en Hidalgo, entidad que ya se ubica arriba de Guanajuato, Puebla, Veracruz o Jalisco, por lo cual se duplicará la presencia de militares en la entidad para inhibir su crecimiento. Sin embargo, destacó que las bandas dedicadas al huachicoleo han perdido base social, ya que los han ido dejando solos.

Informó que durante la madrugada de ayer se detectó una nueva toma clandestina en Azcapotzalco. Es algo muy importante que se estén quedando solos los que se dedican a esta actividad ilícita, pero ya no tienen base social.

Al preguntarle acerca del trabajo que Transparencia Mexicana jugó para justificar seis de los siete contratos leoninos –como denomina la nueva administración los convenios firmados entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y empresas que construyen los gasoductos–, dijo, sin mencionar a esa organización, que en el mejor de los casos son figuras decorativas. A los testigos sociales se les paga, cobran, es una especie de soborno; no quiero generalizar, pero es tiempo de hablar con claridad de las cosas.

En el caso de la CFE se avalaron contratos en los cuales este órgano, pese a pagar por la construcción del gasoducto, nunca es propietario del mismo, que se mantiene en las empresas constructoras. ¿Cómo permitir eso?, ¿cómo avalar eso?

Durante la conferencia de prensa matutina el mandatario aludió a una diversidad de temas. Entre otros, habló de los avances en la construcción del muro en la frontera con Estados Unidos, acerca de lo cual dijo que la postura de su gobierno es apostar por el desarrollo económico y la generación de empleos para atenuar el fenómeno migratorio.

Descalificó las opciones de fuerza como ruta para enfrentar la migración indocumentada, pues la gente busca ir a Estados Unidos por la carencia de empleos. Sin embargo, declinó abundar en su postura acerca de la construcción del muro.

Respecto de las posiciones de Estados Unidos no quiero polemizar. Estamos haciendo labor de convencimiento para que haya inversión en el sur de México y en Centroamérica.

Por otro lado, volvió a descalificar a la “prensa fifí”, a la que en esta ocasión tachó de fantoches, conservadores, sabelotodo, hipócritas, doble cara.

La pregunta era sobre la pertinencia de frenar la división en la prensa entre fifí y no fifí, pero López Obrador reivindicó más su derecho de réplica y subrayó que con ello pretende un fuera máscaras; no aparentes ser liberal, independiente, libre, cuando eres un conservador que estás defendiendo a grupos de intereses creados, que fuiste siempre un aplaudidor, que quemaste incienso a los que se dedicaban a saquear a México.