Martes 26 de marzo de 2019, p. 12
De nueva cuenta las comisiones unidas de Educación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aplazaron la discusión del dictamen de reforma educativa ya que se omitió convocar de manera formal a la reunión, lo que se espera ocurra hoy.
Mientras, los grupos negocian un agregado para definir que los procesos de admisión, promoción y reconocimiento se rijan por una ley y no en la Constitución.
Ayer a mediodía el coordinador de Morena, Mario Delgado, en una rueda de prensa dijo se aprobaría el dictamen; sin embargo, –como ocurrió el miércoles pasado– su declaración motivó la reacción de las otras bancadas que objetaron el incumplimiento del trámite a que obliga el reglamento de la Cámara.
El artículo 155 define que las convocatorias deben emitirse, al menos, con 48 horas de anticipación, enviarse a sus integrantes y publicarse en la Gaceta Parlamentaria, lo cual no se hizo. Por eso la oposición se negó a que ambas comisiones se reunieran ante la posibilidad de un albazo de Delgado.
Por la tarde, en una conferencia de prensa, la presidenta de la Comisión de Educación, Adela Piña (Morena), rechazó las acusaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y dijo que “el término calidad –incluido en el proyecto de dictamen– no tiene que ver con el neoliberalismo”.
Asimismo, confirmó que en el documento presentado se recupera la autonomía
de las universidades luego de que en la iniciativa presidencial se eliminó la fracción VII del artículo tercero constitucional.
Informó que la reunión de comisiones unidas se realizará a las 8 de la mañana de este martes para que hoy mismo se turne el dictamen a la mesa directiva y así cumplir con el trámite de declaratoria de publicidad, mientras en la sesión del jueves se discuta y quizás se apruebe.
Por su parte, Delgado afirmó que la Cámara está en diálogo permanente
con la sección 22 del SNTE de Oaxaca, agrupados en la CNTE, para lograr un acuerdo. Agregó que se ha solicitado a los profesores no bloquear la Cámara, como ocurrió la semana pasada, pero reconoció que no hay ninguna garantía de los disidentes para dejar libre el ingreso al recinto por la movilización anunciada para el jueves.
Los maestros quieren estar seguros de que no hay ninguna violación a sus derechos laborales y con razón, porque la reforma vigente fue una clara agresión
.