El Gobierno de la Ciudad de México contrató los servicios de 15 grúas con el propósito de reforzar el programa de retiro de vehículos abandonados en la vía pública, las cuales, sumadas a las 26 que ya están en operación, permitirán incrementar el arrastre de unidades al corralón de 17 a 35 diariamente, señaló el coordinador del gabinete de seguridad pública capitalino, Tomás Pliego Calvo.

Dijo que en lo que va del actual gobierno se han retirado 2 mil 493 automóviles abandonados en las calles, principalmente en Iztapalapa, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Benito Juárez, aunque se estima que hay más de 10 mil en toda la ciudad.

Agregó que para evitar la saturación de los depósitos de vehículos, el primero de abril se iniciará la destrucción de 8 mil vehículos, lo que generará recursos para el gobierno capitalino por la venta del acero, los cuales se utilizarán para la compra de más grúas.

Según datos del gobierno capitalino, cada una de las 15 grúas rentadas cobran 850 pesos, más el impuesto al valor agregado, por arrastrar un auto al corralón.

Pliego Calvo detalló que en esta tarea participan la Procuraduría General de Justicia, las secretarías de Seguridad Ciudadana, Movilidad, Medio Ambiente y de Administración y Finanzas, así como la Consejería Jurídica y las 16 alcaldías, y se hado prioridad al retiro de vehículos con vidrios rotos, basura en su interior, así como fauna nociva y que algunas personas utilizan para consumir drogas.

Demanda ciudadana

Al señalar que el retiro de esos automóviles es una de las principales demandas ciudadanas, dijo que este programa será permanente, de allí que se busca contar con un parque vehicular mayor para el retiro de carros chatarra en la vía pública.

Indicó que en los casos de los vehículos que sus propietarios dejan en la vía pública por meses, debido a que por una razón u otra ya no los utilizan, se les da un plazo de 10 días para que los retiren, y de no hacerlo son enviados al corralón.

Al respecto, el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, dijo que si bien los dueños de automóviles llevados al depósito vehicular tienen 30 días para acreditar la propiedad, hasta ahora no se ha reclamado ninguna unidad. Además de que, agregó, antes de realizar el arrastre se verifica si no están relacionados con la comisión de algún delito.