También resuena el repudio a Macri
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo encabezan la marcha; son 30 mil
, gritan en referencia a los desaparecidos
Lunes 25 de marzo de 2019, p. 22
Buenos Aires. Una multitudinaria manifestación colmó la Plaza de Mayo y varias cuadras a su alrededor, al cumplirse este domingo 43 años del golpe de Estado que el 24 de marzo de 1976 instaló la dictadura más cruenta de la historia nacional, dejando 30 mil desaparecidos, así como miles de asesinados y exiliados.
A la movilización convocada por organismos de derechos humanos se unieron la Confederación General del Trabajo, la Central de Trabajadores Argentinos, al igual que otros gremios y asociaciones obreras independientes, uniendo los reclamos de memoria, verdad y justicia, a las exigencias de estos tiempos, acusando al gobierno de Mauricio Macri del retroceso en esta materia, la grave violación de los derechos de los pueblos y otras denuncias.
Desde distintos sectores de esta capital marcharon miles, escenas que se repitieron en todo el país, llamando a la unidad y la memoria para honrar a los desaparecidos y a todas las víctimas, y a continuar la lucha, que nunca abandonaron los familiares, distintos organismos ni los movimientos políticos. Desde la mañana comenzaron a congregarse las columnas de manifestantes, y entre las primeras en aparecer estuvieron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que llevaron la bandera que mide unos 600 metros con las fotografías de las víctimas, y que siempre es un símbolo en estas manifestaciones.
Durante el acto también se denunció el negacionismo
del gobierno actual que ha desacreditado y agredido a los defensores de derechos humanos, incluso el propio presidente consideró que este tema “es un curro”, palabra que sugiere que se ha utilizado para ganar dinero o favorecerse.
Denunciaron que se intenta reinstalar la teoría de los dos demonios
, negando que haya la cifra de desaparecidos que mantienen los organismos e incluso en algunos momentos reproduciendo el discurso de los dictadores, cuando se burlaban de la búsqueda de los nietos por las Abuelas.
Nair Amuedo, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, comenzó su discurso con un potente son 30 mil
que provocó una larga ovación de los manifestantes. También dedicó un espacio a defender a lesbianas, travestis y trans, destacando esta lucha y todo lo que se ha logrado en décadas de democracia.
El documento leído durante el acto, que siempre se escribe con base en un consenso entre los organismos convocantes, fue duro y preciso sobre las temáticas del pasado y el presente, y se hicieron advertencias al gobierno, que evidentemente se ha despreocupado, minimizado y desacreditado el tema de derechos humanos, y pone palos en la rueda de la justicia
como se denunció.
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, sostuvo que los discursos que impulsan el olvido y justifican los delitos de lesa humanidad no generan un clima propicio para quienes aún tienen pendiente indagar sobre su identidad
. Dijo que no querían despedir a más Abuelas sin que hayan podido encontrar a su nieto o nieta, a quien buscaron por décadas, pero tampoco queremos que la apropiación se siga traspasando de generación en generación
.
Subrayó que faltan alrededor de 300 hombres y mujeres
entre los casi 500 niños arrebatados a sus padres al nacer y entregados a familias de militares o amigos
de éstos. Aunque han recuperado más de cien hijos de desaparecidos, De Carlotto se refirió a los que faltan, recordando que en 2018 sólo encontraron uno, dejando ver la diferencia entre un gobierno que apoyaba con todo esta búsqueda y el actual.
Recordó el 24 de marzo de 2004, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner pidió perdón en nombre del Estado argentino y entregó a los organismos el edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada, uno de los mayores centros clandestinos de detención, donde desaparecieron miles de víctimas, y destacó la continuidad de esta política comprometida con los derechos humanos por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La impunidad regresó y no lo vamos a aceptar
, clamaron los manifestantes.