Niega favoritismo
hacia el grupo en la dispersión de recursos oficiales
Lunes 25 de marzo de 2019, p. 17
Acapulco, Gro., En términos de inclusión financiera de la población, la banca en México, cuyo fin es dar créditos, está en deuda con el país por todos los rezagos que tiene todavía la bancarización, admitió Alejandro Valenzuela, director general de Banco Azteca.
Afirmó que el entorno internacional es complejo y en el ámbito local el saneamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) es uno de los desafíos que se tendrán que enfrentar, pero nada que mal preocupe
. Expresó su beneplácito por tener una democracia consolidada, con instituciones más sólidas.
En entrevista, en el contexto de la 82 Convención Bancaria, manifestó que los cambios generan incertidumbre. Eso, apuntó, es natural, pero los mensajes que se han mandado son muy elocuentes respecto de las finanzas públicas y la autonomía del Banco de México (BdeM), temas en los que hay que seguir trabajando para que el país logre mayores tasas de crecimiento
. Rechazó que haber escogido a Banco Azteca como punta de lanza
para la dispersión de recursos de los programas sociales haya sido favoritismo
.
–¿Cómo ve las condiciones del país y las medidas que ya se están implementando?
–Viéndolo en un entorno global, la realidad es, como dirían los panaderos, que el horno no está para bollos. La economía mundial está pasando por momentos complejos, muchos de ellos tienen que ver con las propias secuelas de la crisis financiera de 2008. Un alto endeudamiento en el planeta y tasas de crecimiento en cámara lenta, lo cual nos complicó en México, porque no está exento de lo que está ocurriendo.
“También un entorno complejo de Estados Unidos hacia México. Temas comerciales muy fuertes entre Washington y Pekín, el divorcio complejo que están teniendo los ingleses con la Unión Europea. Está el tema doloroso de Venezuela.
“En la parte del país, primero como mexicano, muy contento de ver que ya tenemos una democracia consolidada. Observar que pasamos de un régimen unipartidista, hoy día, a una realidad democrática, en la que hay un Presidente electo por la mayoría de los habitantes, por más de 53 por ciento, lo cual no tiene precedente. Con instituciones más sólidas.
“Como siempre, los cambios implican necesariamente o generan incertidumbre. Eso es natural, pero los mensajes que también se han mandado son muy elocuentes respecto de las finanzas públicas y la autonomía del BdeM, temas que hay que seguir trabajando para que el país logre mayores tasas de crecimiento.
Atacar frontalmente la corrupción, los cuatismos, ciertos temas que estaban doliendo mucho y que para enfrentarlos se requiere mucha valentía, y la celebro.
–¿Cuáles son los desafíos de la economía?
–Hay enormes. El tema de Pemex es complejo. Es una empresa que ya viene con muchos problemas heredados. La producción ha venido cayendo y su nivel de endeudamiento se ha incrementado significativamente en años recientes. Ello dejó un Pemex con desafíos enormes. Pero, a final de cuentas, nada que nos deba mal preocupar. Debemos buscar que el país encuentre vitalidad para alcanzar el objetivo que está planteando esta administración. Seguramente lo podremos ver con mayor detalle cuando se presente el Plan Nacional de Desarrollo y cómo México logra al menos 4 por ciento de crecimiento, nivel que es alcanzable pero tenemos que ayudar todos a lograrlo.
Mayor certidumbre
–¿Qué cambios estructurales se deben realizar en la economía para lograr este objetivo?
–Ya muchos se han venido trabajando, pero otros están por generarse. Yo lo vería más en términos sicológicos. Tenemos que ver cómo creamos mayor certidumbre y las posibilidades para que la gente se sienta con ánimo de invertir más en México.
“También ver cómo cerramos las brechas lacerantes entre quienes más tienen y más necesitan. Rezagos entre las distintas geografías del país. Tenemos un norte y centro más pujantes que el sureste. Ahí los temas de infraestructura, que ha anunciado el Presidente, deben ayudar, como el Tren Maya o la carretera al istmo. O asuntos que desenclaven los alejamientos que esa geografía compleja nos ha dado. Curiosamente, continúa siendo confuso para mí que la parte más rica del país, en términos de recursos naturales, sea la parte que más se ha rezagado en términos de desarrollo propio. Veo un Presidente con ganas de cerrar esos rezagos, o por lo menos ir buscando que México tenga una base de crecimiento más igualitaria.
–En este entorno, ¿cómo vislumbra el comportamiento de la banca en México?
–Va a tener que atacar uno de sus grandes rezagos, que es la inclusión financiera. Pasar más de un tema de retórica a un tema de realidad, y ver cómo vamos cerrando brechas. Cuando se habla de que México es poco bancarizado, no es porque las clases medias y altas no lo estén. Al contrario. Ahí el país está bancarizado. Es precisamente por el enorme rezago que tiene la nación en los sectores más atrasados, particularmente en la clase popular, donde la bancarización ha sido muy baja, y para una organización cuyo fin es dar créditos estamos en deuda con el país.
–¿Cuál es la meta de Banco Azteca en términos de bancarización, tomando en consideración que ustedes van a ser protagonistas de la dispersión de los recursos de los programas sociales?
–Son dos partes. La primera es que somos el ejemplo de la bancarización. Hoy tenemos 15 millones de clientes, de los cuales 70 por ciento fuimos su primera experiencia financiera o bancaria. Nosotros hemos ido a buscar al no bancarizado para incorporarlo. Y si veo una crítica hacia Banco Azteca es que no hemos tenido la capacidad de retener a nuestros clientes, porque luego van a otras instituciones.
“Hoy tenemos un gobierno con visión social que está tratando de atacar los rezagos lacerantes que vive el país con programas que tienen enorme ambición y nos quiere usar como punta de lanza. Ahí hay que clarificar también, porque de alguna manera no bien intencionada se ha dicho que hay favoritismo. Pienso que ha habido pragmatismo, porque Banco Azteca tiene la mejor red nacional y está ubicado en muchos lados, donde los demás bancos nunca han tenido interés por estar presentes.
“No es accidente que hoy día estamos en 688 municipios, cuando el banco más grande del país tiene 553. Tenemos 2 mil 500 puntos de contacto, donde mil 850 son sucursales. Tenemos la red más importante que hay en México para acercarnos a muchas de esas personas, que de otra manera la banca comercial ni la de desarrollo podrían atenderlos.
“Veo un Presidente que está siendo pragmático, porque si algo sé de Andrés Manuel López Obrador es que pocas personas conocen México como él. Le ha dado varias vueltas a los 2 mil 500 municipios que tenemos y ha podido percatarse justamente de lo que hay y lo que no. Entonces, cuando le pidió a Ricardo Salinas que lo apoyara con esto no fue favoritismo. También, a la par, invitó a Banorte. Ser punta de lanza no significa excluir a nadie.
Se dice fácil, pero hay que llegar a 30 millones de individuos. No he conocido programa más ambiciosos en la historia de este país que los que está buscando instrumentar el Presidente.