Los casi 3 millones de jornaleros agrícolas migrantes de México enfrentan severas violaciones a sus derechos humanos y laborales.

De acuerdo con un informe presentado por la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas, 75.4 por ciento de está en condición de pobreza y 23.6 en pobreza extrema.

El Primer informe violación de derechos de las y los jornaleros agrícolas en México, elaborado por la Red, revela que 97.2 por ciento de este sector presenta al menos una carencia social y 55.6 al menos tres.

Engaños de los patrones que les ofrecen salarios mayores a los que en verdad reciben y jornadas extenuantes mayores a las nueve horas al día, son algunos de los abusos contra este sector, que dejan sus comunidades en el sureste del país para ir a campos de cultivo en estados del centro y norte.

Antonieta Barrón, académica de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante de la Red, indicó que de 2015 a la fecha las cuotas de entrega de trabajo para los jornaleros se ha duplicado. Los reportes más recientes indican que los patrones en los campos agrícolas están pidiendo 100 cubetas de jitomate al día por trabajador y 200 de pepino, por citar un par de ejemplos con un pago de 200 pesos.

De acuerdo con el reporte, la carencia social con mayor incidencia es el acceso a la seguridad social (89.1 por ciento), insuficiencia en servicios básicos en la vivienda (57.1 por ciento), deficiente alimentación (40 por ciento), rezago educativo (35.7 por ciento), mala calidad y pocos espacios en la vivienda (29.5 por ciento) y falta de servicios de salud (21.2 por ciento).

La cifra de gente afectada por las indignas condiciones de vida se extiende a las familias. Aunque no hay cantidades oficiales, señalaron los integrantes de las organizaciones que componen la Red, se calcula que en México hay 3 millones de jornaleros y jornaleras trabajando directamente en los campos y al incluir a sus familiares el número se eleva a 9 millones de personas.

Otro dato a destacar es que 40 por ciento del total de jornaleros agrícolas son indígenas, además que 10 por ciento son mujeres, 21 por ciento de ellas viajan con sus hijos pequeños.

Los hijos de estos trabajadores no tienen garantía de acceso a la educación, mientras el promedio nacional es de 8.1 años de formación académica, entre los pequeños de los jornaleros es apenas de 4.5 años.

Los jornaleros no cuentan con contrato de trabajo escrito que especifique el nombre del patrón y la empresa o rancho agrícola que los contrata, no asienta la duración de la jornada de trabajo ni la modalidad del mismo o el pago de horas extra.