Para lograr una justicia social que permita asegurar una paz estable y duradera, es esencial contar con sistemas de seguridad social que funcionen y que protejan de manera efectiva a la población, explicó Gerardina González Marroquín, directora de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba.

En la conmemoración del centenario de la OIT –celebrada en la sede del Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social en Ciudad de México– llamó a gobiernos, empresas y sociedad a asumir la responsabilidad que les corresponde en la construcción de un futuro del trabajo justo y equitativo.

“Cuando incluimos, cuando tomamos en cuenta a los demás, cuando extendemos el esfuerzo para atenderlos a todos, cuando nadie se nos queda atrás –como dice la Agenda 2030– entonces la gente se siente cómoda, mejor, están más interesados en participar”, refirió González Marroquín. Explicó que de esa forma se disminuye el conflicto, la discriminación, exclusión y con ello se desarrolla un mundo donde haya más paz.

Explicó que el trabajo decente es el que se realiza en condiciones de seguridad, libertad, equidad, dignidad humana y que tiene un ingreso justo.

Entre los desafíos actuales que existen en materia laboral, destacó que en el contexto internacional deberán crearse 344 millones de empleos ante de 2030, además de los 190 millones que son necesarios para poner fin al desempleo actual.

Existen 300 millones de trabajadores que viven en situación de pobreza extrema y 2.78 millones de personas mueren anualmente por accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, expuso.

Añadió que en el caso internacional existen 2 mil millones de personas que están sujetas a la economía informal. En México, detalló, la proporción es de más de 57 por ciento de la población económicamente activa. “La informalidad significa que no hay seguridad en el trabajo (…) en salud, no hay jornada, no hay salario; la legislación laboral no se aplica a todos esos trabajadores”.

Otro de los desafíos es que 36.1 por ciento de los trabajadores laboran más de 48 horas. Sobre la situación mexicana destacó que nuestro país tiene las más largas jornadas de todos los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Además, existe un decrecimiento salarial, que pasó de 2.4 por ciento en 2016 a 1.8 por ciento en 2017. En México, agregó tenemos un problema de rezago en materia salarial, aunque se están haciendo esfuerzos para recuperarlo.