Roma. Estados Unidos y Rusia mantuvieron posturas encontradas sobre la crisis en Venezuela durante una reunión en esta capital entre Elliott Abrams, enviado especial del gobierno de Donald Trump para la república bolivariana, y el vicecanciller ruso, Serguei Ryabkov.

No hubo un consenso, pero las conversaciones fueron positivas en cuanto a que ambas partes comprendieron mejor sus respectivas posiciones, declaró Abrams al concluir el encuentro. Destacó que los dos países comparten la opinión de buscar una solución pacífica para Venezuela, por lo que posiblemente habrá una segunda reunión, aunque no fijó fecha ni lugar.

No negociamos con la Federación Rusa u otros países el futuro de Venezuela, porque eso lo eligen los propios venezolanos, precisó el enviado estadunidense.

Reiteró que todas las opciones están sobre la mesa para solucionar esta crisis, declaración que es interpretada por Caracas como una intervención militar para sacar al presidente Nicolás Maduro.

En declaraciones a la televisión rusa, Ryabkov sostuvo la necesidad de mantener las conversaciones, pero determinó: hemos advertido a Estados Unidos que no debe adoptar ese enfoque temerario. Trump, al igual que Abrams, sostiene que todas las opciones están sobre la mesa, lo que Moscú interpreta como la negativa a excluir la fuerza militar, aseguró.

El vicecanciller ruso propuso una apertura de negociaciones entre el gobierno y la oposición en el país sudamericano.

La prensa reportó que los cancilleres de Rusia, Serguei Lavrov, y de Irán, Mohammad Javad Zarif, acordaron por teléfono su disposición a contribuir, sobre la base de los principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, a los esfuerzos de la comunidad internacional para encontrar entendimiento mutuo entre las fuerzas políticas responsables de Venezuela.

En Caracas, elementos de seguridad impidieron que un puñado de sindicalistas marcharan hasta la Asamblea Nacional para apoyar al líder opositor Juan Guaidó.