Los esfuerzos de las autoridades mexicanas para abatir la alta incidencia de secuestros contra migrantes que transitan por el país han sido insuficientes, advirtió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

El organismo señaló que no existe coordinación entre las dependencias federales y estatales para detener esos delitos, y faltan mecanismos de seguimiento y análisis de medidas para prevenirlos.

La actuación de las autoridades no corresponde con la gravedad y frecuencia del delito que se ha incrementado como resultado, entre otros factores, de la impunidad.

La CNDH ha emitido sendas recomendaciones por los casos de San Fernando, Tamaulipas, y Cadereyta, Nuevo León, que dejaron 72 y 49 migrantes asesinados, respectivamente, además que ha presentado dos informes en los que reportó que entre septiembre de 2008 y febrero de 2009 hubo 9 mil 758 víctimas, en actos que generaron ganancias por 25 millones de dólares a la delincuencia organizada; para 2010, la cifra se aumentó a 11 mil 333 migrantes plagiados; destacó como puntos rojos a Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, San Luis Potosí y Chiapas.

Hace unos días 22 migrantes que viajaban en un autobús comercial rumbo a Reynosa, Tamaulipas, fueron secuestrados por un comando. Al respecto, la CNDH afirmó en un comunicado que estará atenta al desarrollo de las investigaciones con la finalidad de observar que las autoridades de los tres niveles de gobierno, encargadas de las acciones de búsqueda y localización, tengan como prioridad su hallazgo con vida y en pleno respeto a los sus derechos humanos.