Martes 19 de marzo de 2019, p. 20
Adis Abeba/ París. Boeing, el mayor fabricante de aviones del mundo enfrentó ayer una creciente presión después de que Etiopía reveló similitudes entre el accidente que sufrió una aerolínea local y uno ocurrido en 2018 en Indonesia, y centró la atención en la seguridad de un software instalado en los aviones 737 Max.
El accidente de Ethiopian Airlines, el 10 de marzo, que dejó 157 muertos, generó la suspensión de los vuelos de los modelos Max de Boeing en todo el mundo y provocó una investigación de alto nivel en la industria de la aviación.
Análisis de los registros muestran que su dato de ángulo de ataque
era muy similar
al del accidente del vuelo de Lion Air que despegó de Yakarta en octubre y dejó 189 muertos, dijo una persona ligada con la investigación.
El ángulo de ataque es un parámetro fundamental de vuelo, que mide los grados entre el flujo de aire y el ala. Si es muy alto puede lanzar a un avión hacia un fenómeno aerodinámico llamado entrada en pérdida
, una disminución súbita de la fuerza de sustentación.
Ambos aviones eran Max 8, se estrellaron minutos después del despegue y sus pilotos informaron problemas para controlar las naves en pleno vuelo. Las dudas apuntan al nuevo sistema automatizado del modelo Max que guía el morro inclinable de los aviones.
El portavoz del Ministerio de Transporte de Etiopía, Muse Yiheyis, dijo el fin de semana que los datos recuperados de las cajas negras investigados en París demostraron similitudes con el accidente del Lion Air y los análisis fueron validados por expertos de Estados Unidos.
Había más de 300 aviones Max en operación cuando ocurrió el accidente en Etiopía y casi 5 mil ordenes más. Después de un desplome de 10 por ciento la semana pasada que borró casi 26 mil millones de dólares de su capitalización de mercado, las acciones de Boeing cayeron el lunes 1.77 por ciento, para quedar en 372 dólares.