l próximo 3 de abril se cumplen 23 años de que se impuso una medida cada vez más cuestionada: el horario de verano. Según las autoridades, con él tenemos cada año seis meses una hora más de luz natural. Para la población no ha sido benéfico y con el paso de los años se convirtió en un problema político y demostración de la manera autoritaria y poco aseada con que los funcionarios tratan a los ciudadanos y a las entidades que integran el pacto federal. Anunciado como parte de una estrategia para ahorrar miles de millones de pesos al año, la población no lo acepta por sus nulos logros sociales. Más bien se trató de adecuar el país a las reglas financieras y los usos y costumbres de Estados Unidos.
La inconformidad generalizada tuvo en 1996 su mejor expresión en el noticiario Monitor, que conducía don José Gutiérrez Vivó. En varias emisiones confrontó el parecer de funcionarios, políticos, especialistas en medicina y energía. Los primeros no salieron bien librados en esas discusiones. Desde entonces, cada vez más la población, los empresarios y los gobiernos y legisladores de varios estados, piden al gobierno federal reconsiderar dicha medida por estimarla inadecuada. Entre las molestias que ocasiona señalan las afectaciones biológicas y de salud para los niños; el poco ahorro energético por la necesidad de utilizar alumbrado matutino en casas, negocios y oficinas públicas; la movilización de la población a horas en que todavía reina la oscuridad; alteraciones físico-somáticas del reloj biológico
de las personas; mayor riesgo de sufrir robos, accidentes y asaltos; retardos y ausentismo laboral, y efectos negativos en los niveles de producción y productividad de las empresas.
Varias legislaturas –entre ellas las de Jalisco, Ciudad de México, Tabasco, Aguascalientes y Durango– expresaron estos y otros inconvenientes y por ello han pedido en diversas épocas regresar al horario normal. Como respuesta, el silencio federal. Sobre el tema, justo hace 20 años don Bernardo Bátiz expuso en La Jornada la necesidad de que sea el Congreso de la Unión la instancia requerida legalmente para impedir imposiciones como las del referido horario. Citó para ello que la fracción 18 del artículo 73 constitucional da al Congreso federal la facultad de adoptar un sistema de pesas y medidas. Y la hora es una medida de tiempo. Sostuvo don Bernardo que si los horarios deben ser obligatorios para todos, es la autoridad de la ley, es decir, el Congreso, la que debe establecerlos, y no el capricho de algunos funcionarios
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Y si en lo legal hay lagunas, mayores las visualiza la población, que no ve que el ahorro energético prometido con el cambio de horario se refleje en el recibo de luz, pues cada bimestre llega más elevado. Por su parte, el sector público no ha hecho lo suficiente para utilizar racionalmente los energéticos. A la par, se va a paso de tortuga en remplazar los sistemas derrochadores de energía en obras y edificios públicos, en viviendas, fábricas, edificios de oficinas, comercios y servicios.
En febrero pasado Carlos Castillo, de la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, pidió no adoptar más el horario de verano y consultar al respecto a la población. El año pasado se expresaron en igual sentido los congresos estatales de Chiapas, Durango y Baja California Sur. Que es posible hacerlo lo demostró ya Quintana Roo. Los millones de turistas que visitan esa entidad y la población local resultaron beneficiados. Además, los países europeos estudian eliminar dicho cambio al comprobar que ocasiona daños a la salud de los ciudadanos y que resulta mayor el costo que el beneficio que se esgrime desde el punto de vista energético.
Adelantar por decreto presidencial una hora los relojes marcó un retraso en la sana relación entre gobernantes y gobernados. Entre el Ejecutivo federal y los gobiernos y legislaturas de los estados, que califican dicha medida como una imposición del centro. Durante 23 años el poder federal no ha escuchado lo que el pueblo expresa y desea. Ojalá el nuevo gobierno sí lo haga y pronto deje sin efecto el cambio de horario.