Lunes 18 de marzo de 2019, p. 24
Christchurch. Los neozelandeses rindieron homenaje este domingo a los 50 fieles muertos en el ataque a dos mezquitas de esta ciudad, mientras salía a la luz más información sobre la matanza perpetrada por un supremacista blanco australiano.
Habitantes de Christchurch, en la isla sur de Nueva Zelanda, depositaron flores y cartas en los dos templos atacados. Estamos con nuestros hermanos y hermanas musulmanes
, se leía en una enorme pancarta.
Fieles de la Iglesia anglicana local rezaron por las víctimas en su catedral de cartón
, construida luego del terremoto de 2011. Hemos aprendido que en tiempos difíciles es bueno estar juntos
, afirmó el sacerdote Lawrence Kimberley.
Facebook eliminó más de 1.5 millones de videos del ataque en Christchurch en las primeras 24 horas tras la matanza, informó Mia Garlick, directora de política de la red social para Australia y Nueva Zelanda.
La primera ministra Jacinda Ardern confirmó que su oficina recibió nueve minutos antes de los ataques el manifiesto
de unas 70 páginas repleto de teorías de conspiración e ideas racistas redactado por el autor de la matanza, Brenton Tarrant, quien ante el tribunal que lo inculpó el sábado por los asesinatos hizo con la mano derecha un gesto típico de los grupos supremacistas blancos.
Ardern se reunirá este lunes con su gabinete para discutir un posible endurecimiento de la legislación sobre las armas.
A 48 horas del atentado se dieron a conocer algunos detalles de la matanza y el testimonio de los sobrevivientes, como la historia de Abdul Aziz, australiano de origen afgano, quien se encontraba con sus cuatro hijos en la mezquita Linwood cuando enfrentó al asesino.
Este hombre, de 48 años, se abalanzó contra el atacante en el exterior de la mezquita de Linwood, cuando alguien gritó que un hombre armado había abierto fuego. El agresor ya había matado a decenas de personas en el templo de Al Noor y en las calles.
Cuando Aziz se dio cuenta de que la mezquita era atacada, corrió hacia el pistolero, utilizando una máquina para pagar con tarjetas de crédito como arma improvisada.
El agresor corrió hacia su auto y sacó otra pistola. Aziz dijo que le aventó la máquina, escondiéndose entre los autos, mientras el atacante abría fuego otra vez.
Entonces agarró una pistola abandonada por el agresor y apretó el gatillo, pero el cargador estaba vacío: Estaba gritando al tipo, ven aquí, ven aquí. Sólo quería que fijara su atención en mí
.
Aziz afirmó que el hombre armado entró a la mezquita y lo siguió, volviendo a confrontarlo.
Cuando me vio con la pistola en la mano, tiró la suya y salió corriendo hacia su auto, así que corrí tras él. Se sentó en su vehículo y lancé la pistola contra su ventana. Me insultó y escapó, para ser detenido minutos después por la policía.
De acuerdo con las autoridades locales, 34 personas continúan hospitalizadas, entre ellas una niña de cuatro años, y revelaron que hay cuatro mujeres entre las víctimas, mientras unidades antiterroristas allanaron dos viviendas como parte de la investigación.