Lunes 18 de marzo de 2019, p. a11
Madrid. Un equipo de investigadores de la Macquarie University y el Centro ARC de Excelencia en Cognición y sus Trastornos, ambos en Australia, en colaboración con la Universidad de la Academia China de Ciencias, analizaron el impacto de escuchar música violenta.
Como resultado del estudio, concluyeron que esta música no desensibiliza a las personas ante la violencia. Así, en su artículo publicado en la revista Royal Society Open Science, el grupo describe los experimentos que realizaron con estudiantes voluntarios y lo que aprendieron de ellos.
Por ejemplo, cuando apareció el rocanrol, muchos padres estaban convencidos de que iba a convertir a sus hijos en degenerados. Más recientemente, esto se ha repetido con géneros como el rap o el death metal, por lo que los investigadores decidieron comprobar si esa creencia popular tenía algo de cierta.
Proceso del análisis
Para ello se entrevistaron con estudiantes universitarios, 32 de los cuales se definieron a sí mismos como fans del death metal, mientras 48 aseguraron no tener interés alguno en esa música. A todos ellos se les mostraron a través de un dispositivo dos imágenes al mismo tiempo, una violenta y otra no violenta, una en cada ojo.
Investigaciones anteriores demostraron que centrarse en las imágenes en una configuración de este tipo es una forma de determinar el sesgo. Al observar los resultados, los investigadores no encontraron diferencias entre los dos grupos. Sugieren, por tanto, que esto indica que escuchar el death metal no hizo a los estudiantes más o menos sensibles en general a las imágenes que representan la violencia.
En un segundo experimento, los investigadores repitieron el primero, pero poniendo una canción de death metal o una alegre, obteniendo los mismos resultados, pues ambos grupos se centraron, igual que en la primera prueba, principalmente en las imágenes violentas.
Los investigadores concluyeron que los resultados de su análisis proporcionan evidencia que sugiere que escuchar música violenta no hace que las personas sean más o menos sensibles a la violencia, ya sea en general o a corto plazo.
El profesor Bill Thompson, de la Universidad Macquarie de Sydney, plantea que si los fanáticos de la música violenta fueran insensibles a la violencia, que es lo que preocupa a muchos grupos de padres, religiosos y juntas de censura, entonces no mostrarían el mismo sesgo. Sin embargo, los fanáticos mostraron el mismo sesgo hacia el procesamiento de esas imágenes violentas como los que no fueron fans de esta música
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