León. León recuperó el liderato general y firmó la racha más larga de victorias en su historia, ocho triunfos consecutivos y encaminado a la clasificación a la Liguilla. Lo hizo atizando en la tragedia del Veracruz, que no podía perder este encuentro para mantenerse en primera división; al vencerlo por 2-0 en el Nou Camp en la fecha once del Clausura 2019 de la Liga mandó al conjunto del puerto al desbarrancadero.

Los Tiburones no pudieron contrarrestar la eficacia del equipo dirigido por Ignacio Ambriz y que desde hace varias semanas no sabe hacer otra cosa que ganar. En cambio, los del puerto han perdido la categoría, pero podrán mantenerse a golpe de cartera, pues así lo permite el reglamento de la federación.

Enfrentadas dos realidades contrastantes, León, en la cima del torneo y aplaudido por sus actuaciones, a un paso del liderato. En el extremo, Veracruz con la espada pendiendo sobre un equipo que lo único que no podía permitirse este domingo era una derrota. Empatar, incluso, les permitiría respirar boqueando para alargar unas se-manas más la agonía. Pero se aca-bó. Veracruz quedará fuera del circuito, claro, siempre que no tenga los 120 millones de pesos con los que la Federación Mexicana de Futbol les permitiría mantenerse en primera división.

Los escualos tendrán que botear para seguir en el máximo circuito, pero tras la derrota de este domingo ante la efectividad de los esmeraldas, hipotéticamente han perdido la categoría.

Más dramática no podía ser la caída del Veracruz. Apenas nueve minutos y en una jugada Ángel Mena sirvió un centro preciso desde la derecha, que Jean Meneses remató con buena puntería para marcar el primero del León e iniciar la lenta sentencia del Tiburón.

La desesperación de los escualos no derivó en un escenario que pudiera suponer un resultado a su favor. A León, con todo por ganar, sólo le hacía falta meter un poco el acelerador para poner de nuevo a los rivales en un predicamento.

Antes de finalizar el primer tiempo, Fernando Navarro metió un centro desde afuera del área; lo envió a segundo poste para que José Macías cabeceara con furia y aumentara una ventaja que parecía una verdadera roca sobre los del puerto.

Esa superioridad permitió a los esmeraldas irse rumbo al vestidor más a recargar fuerzas que para hablar de estrategia y táctica. Todo parecía definido y volver fue un acto triste para los jugadores del Veracruz, que parecía entregado al derrotismo, acorralado en su área y sólo tratando de que el marcador no se hiciera más abultado.

Los minutos transcurrían con cierto aroma a melancolía, pues ya nada podían hacer los Tiburones ante un partido, y una campaña, que parecía predestinada al fracaso. León buscó ampliar el marcador, pero sin hacer un desgaste innecesario. No quisieron cebarse ante el caído.

León escaló hasta la cumbre de la tabla general al llegar a 26 puntos. Veracruz está hundido en el penúltimo puesto con sólo cuatro unidades y en categoría de descendido.