Los sindicatos de académicos y administrativos de cuatro universidades que se encuentran en huelga se agruparon en un frente contra el tope salarial de 3.35 por ciento fijado por las autoridades y para impulsar una agenda nacional que incluya los temas laboral, educativo, de transparencia y autonomía.

El frente, conformado por los sindicatos Independiente de la Universidad Autónoma Metropolitana (Situam), de académicos y administrativos de la Universidad Autónoma de Chapingo, del Colegio de Posgraduados y de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, recibió el apoyo de la Nueva Central de Trabajadores (NCT), cuyo coordinador general es Martín Esparza, dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

En conferencia conjunta, los líderes de los sindicatos y el SME anunciaron la realización de una marcha mañana, la cual concluirá en el Zócalo capitalino, donde solicitarán audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien entregarán un documento sobre su situación laboral y la agenda nacional que pretenden impulsar.

No es un problema coyuntural

No es posible sostener un modelo de marginación en materia de remuneraciones, pues éste es el origen de las huelgas estalladas. No se trata de un problema coyuntural o circunscrito a las instituciones hoy en paro; las distintas administraciones universitarias y el gobierno federal así lo deben comprender, señala el comunicado dado a conocer por los sindicatos de las universidades en huelga.

Jorge Dorantes, dirigente del Situam; Armado López Ríos y Benito Flores Moreno, de los académicos y administrativos de Chapingo, y Enrique González García, del Colegio de Posgraduados, reportaron las condiciones de sus paros –iniciados entre el uno y 25 de febrero– y de las infructuosas negociaciones con las autoridades, que por igual ofrecen aumento salarial de 3.35 por ciento, entendido como el tope salarial para este año.

Esparza informó que una veintena de sindicatos y organizaciones vinculadas a dicha central se encuentran en proceso de negociación salarial y contractual, a quienes se les ha expresado su solidaridad y apoyo en la lucha por mejorar las condiciones laborales.