Miércoles 13 de marzo de 2019, p. 24
Moscú. Rosneft, el consorcio petrolero del Estado ruso que reivindica el derecho a llevar a cabo importantes proyectos de cooperación en Venezuela, calificó este martes de infundadas
, además de parciales
y subjetivas
, las acusaciones del secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, en el sentido de que sigue impidiendo que el pueblo venezolano cumpla su sueño de democracia y bienestar
al comprar crudo a la petrolera PDVSA (Petróleos de Venezuela SA) a pesar de las sanciones impuestas por Washington.
Rosneft no se dedica a la política y realiza operaciones puramente comerciales en beneficio de sus accionistas. La actividad de Rosneft en Venezuela se debe a proyectos de extracción y suministro de petróleo, con apego al derecho internacional y de acuerdo con los contratos de mercado vigentes, suscritos mucho antes de que Estados Unidos lanzara sanciones unilaterales
, señala la petrolera en un comunicado difundido este martes.
Estados Unidos, al poner tantos obstáculos a los suministros de crudo a India y China desde Irán y Venezuela, busca crear preferencias y condiciones de monopolio para algunas compañías cercanas a la Casa Blanca, considera Rosneft.
Al mismo tiempo, continúa, el impacto de esas sanciones afectó también a empresas de primer nivel del sector petrolero del propio Estados Unidos como Chevron, Exxon Mobil, Schlumberger, Halliburton, Baker Hughes, Weatherford y ConocoPhillips
.
De acuerdo con la compañía petrolera rusa, Pompeo se entromete en la actividad económica que las empresas desarrollan en territorio de naciones soberanas
y viola el principio universal de protección de las inversiones
.
Lo mismo opina el canciller Serguei Lavrov, quien al término de su reunión con su homóloga de Austria, Karin Kneissl, comentó a la prensa que las exigencias a Rosneft del jefe de la diplomacia estadunidense de cesar la compra de petróleo venezolano no se ajustan, de ninguna manera, al derecho internacional
.
Tampoco lo hace Estados Unidos cuando presiona a las empresas europeas que quieren construir el gasoducto Nord Stream-2 para transportar, por el fondo del Mar Báltico, cada año 55 mil millones de metros cúblicos de gas ruso a Alemania, proyecto al que se oponen Letonia, Lituania, Polonia y Ucrania al considerar que aumentaría la dependencia europea respecto del combustible ruso.
Es una violación a las normas éticas y legales que Washington exija a otros países no comprar materias primas e hidrocarburos a Rusia, sino hacerlo a Estados Unidos
, precisó el ministro ruso, en alusión a que ofrece como alternativa a Nord Stream-2 venderles su gas licuado.
Para Lavrov, Estados Unidos debe atenerse a las reglas de competencia honesta, dado que a nada bueno conduce una política de imposiciones
.