Caracas. Los problemas de abasto en Venezuela se agudizaron este lunes debido a la intermitencia del servicio eléctrico, que tiene a muchas personas luchando por conseguir productos básicos y agua, cuatro días después de un megaapagón que dejó a oscuras casi todo el país.

Debido a lo prolongado del corte, que ya llevaba más de cien horas, el gobierno del presidente Nicolás Maduro extendió hasta este martes la suspensión de las clases y la jornada laboral. Seguimos dando una fuerte batalla por la liberación del Sistema Eléctrico Nacional, tuiteó el gobernante, que atribuyó la crisis a ataques que intentan impedir la reconexión.

También aludió a que Kalev Leetaru, colaborador de la revista Forbes, consideró que es muy realista suponer que el gobierno estadunidense lanzó un ataque cibernético contra el complejo hidroeléctrico Guri.

Ricardo Menéndez, ministro de Planificación, anunció en Telesur cuatro medidas que implementará el gobierno para enfrentar el apagón. La primera será potenciar la vigilancia del funcionamiento de los servicios médicos; la segunda, garantizar el gas comunal en los hogares; la tercera, abastecer de agua con camiones cisternas, y la cuarta, el reparto de alimentos básicos por conducto del Comité Local de Abastecimiento y Producción, que podría llegar a 10 millones de cajas y bolsas.

Según el funcionario, la intención del atentado eléctrico fue generar situaciones de caos, de afectación y de enfrentamiento. Aseguró que estos escenarios no sucedieron debido a la enorme moral y conciencia del pueblo venezolano.

En Caracas y otras ciudades el apagón provocó protestas.

En el barrio pobre de San Agustín, en el centro de la capital, decenas de personas salieron a manifestarse y bloquearon por instantes la principal autopista de la ciudad, para exigir el servicio del agua potable. Algunos vecinos se acercaron a unas salidas de agua, en las inmediaciones del río Guaire, que atraviesa la capital, para surtirse del líquido.

Medios locales reportaron la presencia en las calles capitalinas de supuestos grupos partidarios del oficialismo, conocidos como colectivos, que se transportaban en motocicletas mientras disparaban al aire para dispersar a personas que protestaban por la falta de luz y ahora también de agua.

En dos barriadas del municipio de Baruta, en la zona este de la capital, se reportaron saqueos a comercios la tarde del domingo. En los incidentes fueron detenidas 57 personas, según reportaron medios locales.

La subestación Humboldt, que alimenta amplias zonas del sureste de la capital, ardió pasada la medianoche por causas aún desconocidas.

Las autoridades descartaron que como consecuencia del prolongado apagón la situación en los hospitales se haya complicado y no han reportado muertes hasta el momento, pero según un reporte de Médicos por la Salud, organización vinculada con la oposición, hasta la noche del domingo habían fallecido 21 personas en los nosocomios por falta de luz.

La agencia de noticias Ap indicó que no pudo corroborar la cifra de manera independiente.

Una señal grave provocada por la crisis eléctrica es que José, la principal terminal petrolera, ubicada en el extremo nororiental del país, ha paralizado las exportaciones, reportaron fuentes bajo anonimato a la agencia Reuters.

José genera 95 por ciento de las divisas que ingresan al país y 65 por ciento de la energía que consume el complejo proviene del sistema eléctrico nacional. Además, los mejoradores de crudo de la faja del Orinoco operan al mínimo tras la falla de energía, indicaron las fuentes.

En ese contexto, la Asamblea Nacional (declarada en desacato) dispuso el estado de alarma nacional y ordenó suspender los suministros de petróleo a Cuba, estrecho aliado del gobierno bolivariano.

En el decreto de estados de alarma nacional, cuya vigencia es de 30 días, se ordenó a la fuerza armada custodiar las instalaciones de la corporación eléctrica estatal y abstenerse de reprimir las protestas. Se pidió al personal de servicio exterior del país que inicie los contactos para coordinar la cooperación técnica internacional con el fin de atender la crisis del sector eléctrico.

Juan Guaidó, líder de la AN y autoproclamado presidente encargado de Venezuela, reiteró que las fallas son producto de la corrupción y la impericia del gobierno, al cual tildó de régimen sádico y convocó para este martes a manifestaciones en todo el país.

Una delegación de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas los Derechos Humanos fue recibida por el canciller Jorge Arreaza, para una vista que se extenderá hasta el día 22, previo a la llegada de su titular Michelle Bachelet.

En tanto, Estados Unidos sancionó al banco con sede en Moscú Evrofinance Mosnarbank por hacer negocios con el régimen ilegítimo de Maduro, anunció el Departamento del Tesoro.

Las sanciones implican que todas las propiedades e intereses de dicho banco en Estados Unidos o bajo el control de estadunidenses serán bloqueados.

Evrofinance Mosnarbank fue creado para apoyar los proyectos conjuntos de infraestructura de Venezuela y Rusia. El gobierno de Hugo Chávez compró 49 por ciento sus acciones por medio del Fondo de Desarrollo Nacional y los bancos rusos Gazprombank y VTB, sancionados en 2014, poseen 25 por ciento cada uno.

El Departamento del Tesoro dijo que a medida que aumentaron las sanciones contra el gobierno de Maduro, la red de activos del Evrofinance Mosnarbank creció 50 por ciento en 2018. Además, Washington atribuye al banco ser uno de los principales apoyos del petro como forma de evadir las sanciones financieras de Estados Unidos.

Desde Washington, el secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que su país no quiere que los activos de PDVSA (Petróleos de Venezuela) en todo el mundo sean transferidos a Rusia. Buscamos asegurarnos de que los recursos del país, después de que se vaya Maduro, sean para los venezolanos y no sean transferidos a Cuba, Rusia o Irán.

El presidente boliviano, Evo Morales, acusó a Washington de utilizar armas cibernéticas para provocar el apagón y castigar al pueblo venezolano.

A su vez, la Eurocámara incluyó en su agenda de este martes un nuevo debate sobre la situación en la república bolivariana.