Lunes 11 de marzo de 2019, p. 6
En los primeros 100 días de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la política agrícola ha generado incertidumbre entre los grandes y pequeños agricultores
, señaló la Alianza Campesina del Noroeste.
Para los agricultores de Sonora, Baja California y Baja California Sur, así como de Sinaloa, Jalisco y Guanajuato, la inconformidad crece. Ya limitó el número de hectáreas a apoyar a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) a mitad del ciclo agrícola otoño-invierno, lo que llevará a la insolvencia económica para pagar créditos a los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura y Financiera Nacional
, expusieron.
Si la Sader no instala una mesa de negociación con los agricultores en el noroeste del país habrá una revuelta a finales de abril y principios de mayo porque no tendrán recursos para pagar los créditos contratados
.
Sobre la situación con los pequeños productores del sur-sureste, el secretario general de Alianza, Raúl Pérez, dijo que si bien se les adelantó el apoyo de la Sader, no hay seguridad de que inviertan en la siembra y cultivo de maíz o frijol
.
En ambos casos consideró que se abrirá un hueco en el volumen de producción de alimentos básicos, eso mantendrá a México como importador de granos y como número uno en la compra de maíz.
Pérez dijo que al acudir a las oficinas del distrito de desarrollo rural para dar sus datos y ser incluidos en el padrón de la Sader, se les niega el derecho a apoyos del programa Alimentos para el Bienestar con el pretexto de no cumplir con el perfil de beneficiarios
.
Agregó que los productores del noroeste están inconformes por las limitantes del programa que se les pretende aplicar
, mientras los de sorgo en Tamaulipas se inconformaron por la reducción del área de cultivo apoyada por Proagro.