Todos los aspirantes a formar parte de la Guardia Nacional deberán acreditar una gran batería de exámenes que abarca la realización de exámenes toxicológicos, sicológicos, médicos, de entorno social y la prueba poligráfica estandarizada que incluye evaluaciones de inteligencia y personalidad, con una confiabilidad de entre 82 y 84 por ciento, señalaron funcionarios federales.

El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, indicó que la “Guardia Nacional va a iniciar con participación de elementos de la Policía Militar; 35 mil policías militares van a pasar a la Guardia Nacional, que fue como comenzó la entonces Policía Federal Preventiva, con elementos del Ejército. Así se inició también la Gendarmería y así va a empezar la Guardia Nacional.

Es de tal urgencia la necesidad de combatir eficazmente la inseguridad que no podemos esperarnos el tiempo que se requiere para capacitar a los policías, y sobre todo a las y los mandos. Entonces estos mandos y este personal va a salir de la Policía Militar, Naval y de la Policía Federal, explicó.

Al ser entrevistado luego de un acto conmemorativo por el Día Internacional de la Mujer, Durazo comentó que todos los aspirantes, incluidos ex agentes federales que deseen incorporarse a la Guardia Nacional, deben pasar las pruebas de certificación y los exámenes de confianza, y en todos los casos se va a revisar su hoja de servicios y aquellos que hayan tenido una trayectoria intachable en cualquiera de las instituciones de seguridad tendrán las puertas abiertas, pero nadie que haya manchado con un desempeño indebido su trayectoria en los cuerpos de seguridad tendrá cabida en la Guardia Nacional.

Validez científica

Mandos militares que fueron consultados respecto de las pruebas de confianza que se aplican en la Secretaría de la Defensa Nacional explicaron que los exámenes se elaboran de acuerdo con las características particulares de escolaridad y nivel de mando que van a ocupar los evaluados. Los criterios están determinados en manuales de aplicación y las pruebas han sido estandarizadas en la población mexicana.

Las evaluaciones sicológicas que se aplican, indicaron los entrevistados, cuentan con sustento teórico conforme a lo que miden, que son la capacidad intelectual y los rasgos de personalidad, basándose en estudios científicos que les otorgan validez oficial.