ujeres de acción e ideales. Las mexicanas en la historia fue el título del coloquio que organizó el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México en su hermosa casona de San Ángel.
Lo dirige el historiador Pedro Salmerón, quien invitó a mujeres y hombres que han estudiado la participación del sexo femenino en diferentes movimientos, muchos de los cuales han sido determinantes en la historia de nuestro país.
Tuve el privilegio de hablar de Josefa Ortiz de Domínguez, mujer excepcional que toda su vida luchó por la libertad de México. Recordamos el incidente del encierro forzado al que la obligó su cónyuge, el corregidor de Querétaro don Miguel Domínguez, al ser descubierta la conspiración de la que ambos eran parte. Es sabido que desafiando la prohibición marital se las ingenió para mandar alertar al cura Miguel Hidalgo y al capitán Ignacio Allende, con la indicación imperativa de que comenzaran de inmediato el movimiento de Independencia.
Reflexionamos sobre este acto sin el cual, posiblemente, la gesta libertaria hubiera tardado muchos años más en empezar. De hecho, se le puede considerar la verdadera iniciadora del movimiento.
En 1810 esperaba su decimocuarto hijo y aún así, en avanzado estado de embarazo, fue recluida en el convento de Santa Clara, del que fue liberada para dar a luz. Sin que esto disminuyese un ápice su fervor libertario, combinó la crianza de la criatura con la función de informante de los independentistas.
Era tan intensa su participación que el virrey envió a una persona de su confianza, el canónigo Beristáin, para que averiguara sobre este caso y el de sacerdotes que apoyaban la insurgencia. Este informó: ...y hay finalmente algún otro agente afectivo, descarado, audaz e incorregible, que no pierde ocasión de inspirar odio al rey, a la España y a la causa legítima de este reino... Y tal es Sr. Excmo. la muger ( sic) del corregidor de esta ciudad....”
La respuesta del virrey fue ordenar su traslado a la capital del país, recluirla en el severo convento de Santa Teresa la Antigua y mantenerla incomunicada. Ahí permaneció un año hasta que su salud se vio severamente menguada y se le concedió internarse en el mas laxo convento de Santa Catalina de Siena.
En total pasó casi cinco años encerrada, con los consecuentes problemas para la numerosa familia que había dejado en Querétaro. Don Miguel tuvo que dejar el cargo de corregidor para mudarse a la Ciudad de México con los hijos más pequeños y realizar gestiones para que fuera liberada.
Finalmente se le concedió la libertad ya convertida en una heroína, papel que nunca aceptó, pues veía como un deber de cualquier ciudadano que amaba su país el luchar por su liberación. En su casa de la calle del Indio Triste, hoy Correo Mayor, se organizaron reuniones con las logias masónicas en donde se agrupaban las mentes liberales de la época.
Asimismo, se recuerda cuando sacó de su casa al presidente Guadalupe Victoria por haber permitido el saqueo del mercado del Parián, donde había tiendas de españoles. El acto vandálico, en su opinión, demeritaba el ideal de un gobierno independiente y justo que habían buscado los forjadores del movimiento libertario.
Un incidente nos habla de su arrojo y carácter desde su adolescencia. Hija de un militar vasco y una mestiza, quedó huérfana de niña, por lo que la crió su hermana mayor.
Al salir de la pubertad decidió que quería recibir educación. Con gran audacia escribió una carta para solicitar su ingreso al Colegio de las Vizcaínas, aduciendo el origen vasco de su padre (se conserva en el archivo de la institución). Es el único caso en la historia de esa escuela en que la propia joven solicitara su admisión.
Esto nos trajo a la mente el Círculo Vasco, uno de los mejores restaurantes de comida española y que se encuentra en 16 septiembre 51. Los fines de semana ofrece un abundante buffet a muy buen precio, que incluye varias de sus especialidades de lujillo como la lasaña de mariscos y la paella.