América sufrió, se salvó de una expulsión, le benefició otra y pudo salvar el juego en el estadio Azteca tres minutos antes del final y vencer 1-0 al Puebla.

Águilas arrastraba una pésima experiencia reciente tras la goleada 3-1 que sufrió ante Necaxa a media semana, por lo que salió a apropiarse del juego.

Hubo algunos amagos que no prosperaron, más por la premura americanista que por la buena labor defensiva de la franja. De Renato Ibarra, la primera, con recorte y disparo desviado. Jorge Sánchez obligó a volar al portero Nicolás Vikonis. Pero nada.

La peor de todas, imperdonable, la cometió Nicolás Castillo, quien recibió el balón frente al arco, sólo para empujar, pero pudo más la habilidad del portero Vikonis, quien se la sacó de forma inexplicable.

El atacante chileno sintió la frustración y le dio una ligera patada en la barbilla del arquero; aquello estuvo a punto de derivar en una pelea.

El árbitro tuvo que revisar el VAR y amonestó a Castillo: Merecía la roja directa.

La expulsión de Alan Acosta del Puebla a los 47 minutos, tras dejarle los tachones a Luis Reyes, le dio otra dimensión al juego. La ventaja se sintió de inmediato y Edson Álvarez disparó directo al arco, pero Vikonis estaba inspirado y sacó la pelota a mano cambiada.

Un hombre más en América no se notaba en el marcador, hasta que la insistencia por fin doblegó la resistencia del Puebla. Una jugada estrambótica, con un poste que parecía negarle el tanto americanista, una pelota retrasada para que Sebastián Córdova por fin pudo mandarla a las redes y darle oxígeno a los de Coapa a punto del final, al minuto 87.

América escaló en la tabla general para llegar a 16 puntos; mientras que Puebla se quedó con los 13 con los que llegó al Azteca.