Roma. Los precios mundiales de los alimentos subieron en febrero, debido en parte a un aumento del valor de los productos lácteos, informó el jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

El índice de precios de los alimentos de la FAO, que mide los cambios mensuales en los precios de una canasta formada por cereales, semillas oleaginosas, productos lácteos, carne y azúcar, promedió 167.5 puntos el mes pasado, 1.7 por ciento más que en enero.

A pesar del aumento, el índice aún está 2.3 por ciento por debajo de su nivel del mismo mes del año pasado. Si bien alcanzó su nivel más alto desde agosto de 2018.

El índice de precios de los lácteos de la FAO subió 5.6 por ciento respecto a enero, impulsado por la fuerte demanda de importaciones de queso y leche descremada y leche entera en polvo, así como por el descenso estacional esperado de la producción de la mantequillas, indicó la FAO en su balance.

El índice de precios del aceite vegetal se incrementó 1.8 por ciento en comparación con el mes anterior, el nivel más alto desde octubre de 2018, básicamente por incrementos más elevados de los aceites de palma, soya y girasol, señaló.

Mientras que su índice de azúcar aumentó 1.2 por ciento, debido en gran medida a la inquietud sobre las perspectivas de exportación en algunos de los principales países productores, explicó. En tanto, el indicador de los cereales tuvo un avance marginal y el de la carne también subió ligeramente.

La FAO redujo su más reciente pronóstico mundial sobre la producción de cereales para 2018 a 2 mil 609 millones de toneladas, frente a los 2 mil 611 millones que pronosticó hace un mes.

La última revisión se basa casi por completo en una estimación más baja de la producción de maíz de Estados Unidos y refuerza una disminución general en la producción mundial anual de cereales, dijo la FAO.

En la presentación de la Agenda Alimentaria Urbana: un enfoque integral para alcanzar el desarrollo sostenible, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, hizo un llamado a poner en marcha a nivel local los compromisos globales a favor de la seguridad alimentaria y nutricional y cerrar la brecha entre zonas rurales y urbanas.

Precisó que incorporar la alimentación y una mejor nutrición como elementos importantes de la planificación urbana es clave para lograr el desarrollo sostenible, incluida la meta Hambre Cero propuesta por Naciones Unidas y dietas saludables para toda la población.