Miércoles 6 de marzo de 2019, p. 8
París. El desfile de la última colección de Karl Lagerfeld para Chanel comenzó ayer con un minuto de silencio, cuando amigos y colaboradores recordaron a quien fue la fuerza creativa de la casa francesa de alta costura por 35 años.
Concebido antes de la muerte de Lagerfeld a fines de febrero, a los 85 años, el desfile transformó la pasarela del Grand Palais en un cuadro invernal con chalets de madera y chimeneas humeantes, coronando la reputación de Lagerfeld como el máximo talento del espectáculo de la moda.
Conforme a su voluntad, no se celebró ninguna gran ceremonia póstuma, por lo que este desfile fue la ocasión para su público más cercano de darle un último adiós.
Bajo el impresionante techo de vidrio del museo, se escuchó la voz en francés de Lagerfeld, con su inconfundible acento alemán, hablando en una entrevista sobre sus inicios con Chanel y los desafíos a los que hizo frente para llevar a lo más alto a la firma de alta costura.
La actriz Penélope Cruz, uno de los rostros de Chanel, recorrió la pasarela nevada en un vestido blanco con plumas, mientras Cara Delevinge, con los ojos llorosos, desfiló junto con otras modelos al cierre del espectáculo, tras abrir el acto.