detallespara el diálogo gobierno-oposición en Nicaragua
Viernes 1º de marzo de 2019, p. 25
Managua. El gobierno de Daniel Ortega y la alianza opositora finalizaron este jueves el segundo día de diálogo, inmersos en discutir las reglas que regirán la negociación para salir de la grave crisis que afecta al país desde hace 10 meses, según fuentes opositoras.
Las negociaciones avanzaron con la discusión en detalle de los puntos pendientes de acordar
, informó escuetamente la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en un comunicado, sin ahondar en lo abordado.
Agregó que la negociación no ha entrado a temas de fondo
, y se ha mantenido en cuestiones relativas a la metodología del diálogo.
El jefe de la delegación del bloque opositor, Carlos Tünnerman, dijo que esperan completar este viernes las normas que van a regir las conversaciones, cuando celebren la tercera jornada de diálogo.
Las negociaciones entre la delegación del gobierno, encabezada por el canciller, Denis Moncada, y la Alianza, presidida por Tünnermann, se desarrollan a puertas cerradas en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), en Managua.
Un punto de discrepancia fue la exigencia opositora de contar con garantes internacionales en las discusiones con el gobierno, que rechaza esa posiblidad.
Todas las negociaciones exitosas han pasado por procesos privados
, argumentó el presidente Ortega el 21 de febrero, cuando anunció la disposición de volver a la mesa de negociación con el bloque opositor, integrado por empresarios, estudiantes y organizaciones civiles.
Bajo esa premisa, el diálogo se efectúa a puertas cerradas, sin acceso a los medios de prensa y sin información acerca del contenido de las negociaciones.
Ante la andanada de críticas por el secreto de las reuniones, el bloque se comprometió a hacer públicos todos los puntos de negociación tan pronto los tengamos acordados
.
El acercamiento tiene lugar ocho meses después de la suspensión de las negociaciones mediadas por la Iglesia católica, tras violentas protestas antigubernamentales que Ortega atribuyó a un intento de golpe de Estado.
Las protestas estallaron el 18 de abril contra una reforma al seguro social que luego evolucionó en una demanda de salida de Ortega por la represión que ejerció contra los manifestantes que dejó 325 muertos, más de 700 detenidos y miles de exiliados.
Ortega, ex guerrillero de 73 años que gobierna desde 2007 junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, accedió a negociar en medio de una profunda crisis económica y fuertes presiones por parte de la Organización de los Estados Americanos, Estados Unidos y la Unión Europea.