La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que en la aplicación del programa de Verificación Vehicular en la administración pasada hubo falta de conocimiento científico, opacidad y es muy probable que podamos hablar de corrupción.

En su conferencia matutina, insistió en que en dicho procedimiento se realizaron mediciones que no están incluidas en la norma, como es el caso de la partículas ultrafinas, lo que generó para los centros de verificación una inversión que no era necesaria.

Prácticamente en ningún lugar del mundo se miden estas nanopartículas en el escape de un vehículo y donde se hace es de manera experimental, o sea, la mayor parte de las nanopartículas se generan en la atmósfera, no en el escape de un vehículo, expresó la titular del Ejecutivo local.

Explicó que si bien estas mediciones están justificadas en el programa de Verificación Vehicular capitalino, no descartó que los automovilistas puedan presentar quejas contra la autoridad por fijar condiciones para este procedimiento que no están consideradas en la norma.

En rueda de prensa, Sheinbaum Pardo estuvo acompañada del director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Gustavo Alanís Ortega, organización que asesorará al gobierno en el proceso de revisión de las autorizaciones de centros de verificación, así como de los procedimientos jurídicos iniciados por los negocios que no fueron autorizados para operar.

Asimismo, anunció que se revisará el Programa de Gestión de la Calidad del Aire, en un trabajo que será coordinado por el premio Nobel Mario Molina, con la participación de instituciones académicas y organizaciones civiles, con el propósito de fortalecer dicha estrategia, la cual se prevé estará lista este año.

En ese sentido, dijo que ya hay una serie de acciones a realizar, como establecer un sistema integrado de transporte público, impulsar el uso de vehículos híbridos y eléctricos, mejorar el programa de verificación, e impulsar mecanismos para el control de fugas de gas LP y de incendios.

Recordó que en 1998 el Centro Mario Molina definió una serie de medidas para disminuir la contaminación ambiental, muchas de las cuales se implementaron cuando ella fue secretaria de Medio Ambiente, lo que permitió reducir en 30 por ciento las concentración de emisiones en la capital del país.

Agregó que en este proceso se pedirá el acompañamiento de los gobiernos federal y del estado de México, para que se revisen todas las normas ambientales y vehiculares federales, que no se han actualizado en mucho tiempo, lo que ha provocado que México esté retrasado en la materia por lo menos 13 años.