Ha sido por el clamor de las víctimas y no por la voluntad del Vaticano, que los casos de pederastia clerical son revisados en Roma durante una cumbre convocada para luchar contra los abusos sexuales sobre niños y niñas por parte de sacerdotes de la Iglesia católica, lamentó José Barba, ex legionario de Cristo y uno de los afectados por el padre Marcial Maciel Degollado.

En entrevista, manifestó que la respuesta de la cúpula clerical ha sido tardía en exceso y no ha dado el lugar que le corresponde al fundador de los Legionarios de Cristo, Maciel Degollado, depredador sexual, lo que –dice– demostraría que por mucho tiempo fue encubierto por la Santa Sede e incluso por los pontífices Juan Pablo II y Benedicto XVI.

En Ciudad del Vaticano, enclavada en Roma, Italia, se lleva a cabo una reunión entre líderes de la Iglesia católica, que termina este domingo, en la que se trata el tema de la pederastia. el ex seminarista José Barba considera que esta junta se llevó a cabo después del fracaso que tuvo el papa Francisco en su viaje a Chile el año pasado. Los casos de pedofilia clerical fueron motivo de desánimo de los fieles para acercarse al jerarca eclesiástico.

El clamor universal de los miembros de la Iglesia laicos que buscan justicia data de hace muchos años. Barba recordó que desde febrero de 1997 ocho ex legionarios, incluido él, pusieron la noticia de los abusos en el mundo.

Fuimos rechazados, no se nos hizo caso, llevamos la causa a Roma oficialmente el 17 de octubre del 1998. Se detuvo, nunca nos dieron respuesta, denuncia y expresa que, incluso, los obligaron a firmar para que no mostraran su testimonio.

Relata que, ellos como víctimas y denunciantes fueron difamados por Norberto Rivera Carrera cuando era cardenal en México. Él fue quien aseveró que nuestro caso se trataba de un complot.

Así, los actos de los dirigentes de la Iglesia católica por reconocer la existencia de abusos cometidos contra menores y ordenar investigaciones –como el pronunciamiento del prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz sobre el encubrimiento de los delitos de Marcial Maciel– es para José Barba, un intento de hacer parecer que esta institución está actuando con enorme responsabilidad, sin embargo, ello es demasiado poco y muy tarde.

Caso McCarrick, detonante

José Barba expresó que el papa Francisco tomó la decisión de convocar a la cumbre cuando tenía ya encima casos tan escandalosos como el del cardenal australiano George Pell, miembro de la Curia y ex prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, quien fue condenado por abusos sexuales, o el del ex cardenal y arzobispo emérito de Washington, Theodore McCarrick, quien fue expulsado del sacerdocio.

Todo ello –dijo– no hubiera sido posible sin el clamor de las víctimas, insistió. De otro modo, seguro habría sido siempre un secreto, habría sido siempre pecado, nunca se habría considerado un delito, indicó.

Desde el 17 de octubre de 1998, estamos en espera de una razón a nuestro caso canónico y la única respuesta que tuvimos, la logramos por conducto de los medios de comunicación, lamentó José Barba.