El relato Tierra de los hombres perfila temas y elementos que el escritor francés retomó en El principito
Martes 19 de febrero de 2019, p. 5
La obra autobiográfica Tierra de los hombres, del escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), cumple 80 años; ésta prefigura temas y elementos que luego consignará en su novela más conocida: El principito.
Por tal motivo, el título circula en México en la traducción de Rafael Dieste, editada por el sello andaluz Berenice y distribuida por Ediciones Urano.
‘‘La tierra nos enseña más sobre nosotros mismos que todos los libros. Porque ella se nos resiste. El hombre se revela y se descubre a sí mismo cuando se mide con el obstáculo”, inicia la narración del autor desaparecido hace 75 años en un accidente de aviación.
El año de su publicación en francés e inglés ganó los premios de novela de la Academia Francesa y el Nacional del Libro de Estados Unidos en el género de no ficción, por la traducción Wind, sand and stars (Viento, arena y estrellas).
Es el relato autobiográfico de un aventurero que al mismo tiempo que reflexiona sobre su época cuenta sus peripecias de piloto aviador en el Sahara; en Sudamérica, cuando se establecían las nuevas líneas aéreas para comunicar Argentina con Chile o en Madrid, pues fue reportero en la Guerra Civil española.
Giovanna Celorio, de Ediciones Urano, explica a La Jornada que la lectura de este libro permite ver las cosas de manera diferente; por ejemplo, la lluvia que el autor ‘‘describe en su tiempo en el desierto y que deseaba que cayera agua para tener algo que beber.
‘‘Me encanta esa sensibilidad suya para narrar cosas que parecen triviales, como cuando ve a una chica pasando y la describe joven y fresca: de una forma fascinante.”
En el texto, añade, ‘‘hay partes de la historia en las que se empiezan a ver elementos de El principito, libro posterior, como el zorro que ve en el desierto y la idea de los múltiples planetas relacionados. También, que trata la anécdota de un aviador perdido en el desierto, aunque la novela se pretende autobiográfica”.
de Saint-Exupéry d’Agay via
www.antoinedesaintexupery.com
Destaca que con la colaboración de Editorial Navona traen el sello Berenice, con novelas, ensayos y manuales de diversa índole. ‘‘Su edición es muy cuidada, aunque el precio es alto; el sello suele ser garantía de la traducción en sus libros”.
(Tierra de los hombres está a la venta en la librería de La Jornada, en avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac.)
Giovanna Celorio refiere que el título es poco conocido entre la obra del autor francés, opacado por El principito, que se publicó cuatro años después.
Saint-Exupéry evoca en Tierra de los hombres acontecimientos de su vida, sobre todo su trabajo en Aéropostale, y reflexiona sobre la amistad, la muerte, el heroísmo, la busca del sentido de las cosas, el desarrollo técnico y la realidad.
Ahí se lee: ‘‘Cada hombre debe mirar en su interior para enseñarse a sí mismo el significado de la vida. No es algo que se descubra: es algo moldeado. Podemos romper los muros de esta prisión que la edad del comercio ha creado alrededor de nosotros. Todavía podemos correr libremente, llamar a nuestros compañeros y maravillarnos de escuchar una vez más, en respuesta a nuestra llamada, el canto patético de la voz humana.
‘‘Quizá la grandeza de un oficio consista, más que nada, en unir a los hombres. Sólo existe un lujo verdadero, y es el de las relaciones humanas”, escribió Saint-Exupéry.
La anécdota central es el choque del aviador en 1935, en el desierto del Sahara, acompañado por André Prévot. Tras superar un coma y mientras convalece del accidente, el autor crea esa novela.
Esa obra está dedicada a otro piloto, Henri Guillaumet (1902-1940), quien años antes sufrió un percance en la cordillera de los Andes y pasó días tratando de llegar a la llanura argentina.