Con este proyecto se va a reforzar y respetar lo que ya existe, refiere la subsecretaria de Diversidad Cultural
Lunes 18 de febrero de 2019, p. 6
El Programa de Cultura Comunitaria que dentro de unos días comenzará a operar en 720 municipios del país es la punta de lanza de la política que desarrollará la Secretaría de Cultura federal durante el presente sexenio.
Su principal acierto, en opinión de la subsecretaria de Diversidad Cultural, Natalia Toledo (Juchitán, 1967), es que se trata de un proyecto que va a llegar adonde nadie ha ido, donde hay lodo, donde hay dos o tres casas. Es una iniciativa maravillosa que va a trabajar con las comunidades más vulneradas, las cuales, lamentablemente, existen en todo México
.
En entrevista con La Jornada, la poeta explica que el programa está a cargo de Esther Hernández, directora de Vinculación Cultural, quien se encuentra “trabajando muchísimo, con un equipo de jóvenes con los que está armando el paquete en el no van a llegar a decir: ‘miren lo que les trajimos, nosotros ya escogimos lo que van a ver y escuchar’. No. Primero hicieron un diagnóstico y un mapeo, como lo llama ella, para conocer qué hay en los lugares, sobre todo en las comunidades indígenas donde existe ya una forma de pensar y de hacer las cosas que generan cultura; tenemos que aprender de ellos”.
Acostumbrados a la austeridad
A Natalia la entusiasma el Programa de Cultura Comunitaria porque se realizará en poblaciones que padecen problemas como feminicidios, migración o violencia, reitera, convencida de que “la cultura cura el alma, produce experiencias importantes para la formación de un ser humano. Por eso, con este proyecto se va a reforzar y respetar lo que ya existe. Habrá cine y conciertos, pero con la participación de los semilleros y colectivos locales.
“Es cierto que en las comunidades hay carencias materiales, pero también fortalezas, producto del hambre de saber. Como ejemplo, les compartí mi experiencia en el Istmo de Tehuantepec, donde debido a los sismos de 2017 nacieron muchos colectivos que en la actualidad se mantienen por sí solos.
“Se formaron porque se cayeron las casas, las escuelas, las iglesias. En Juchitán, hasta el mercado y el palacio municipal. Nos quedamos sin nada. Fue muy grande la desgracia. Los colectivos nos mantuvieron entretenidos y sanos porque la violencia de la naturaleza que sufrimos de alguna manera se tiene que sacar. Comenzamos a trabajar con los niños, para quienes inventamos pequeñas bibliotecas.
“Hoy se siguen haciendo talleres, las comunidades propusieron sus programas educativos y ahí siguen yendo los pequeños, porque no todas las escuelas se han reconstruido, hay quienes siguen estudiando bajo lonas.
Esas carencias existen en todo el país, que es muy grande; cuando lo recorres te das cuenta de que no hay programa que alcance, somos millones y millones de personas; entonces no se trata sólo de llevar libros, pues si no comes bien, ¿cómo vas a concentrarte para leer o estudiar?
Respecto del presupuesto, Toledo señala que muchas de las personas que se harán cargo de los proyectos federales de cultura están acostumbrados a trabajar desde la austeridad, por lo que no le preocupa la disminución de recursos.
El dinero con el que cuenta la secretaría va a alcanzar para todo perfectamente
, insiste, es una cuestión de imaginación, hay muchas maneras de hacer las cosas. Se nos olvida que los recursos vienen del pueblo y a él es a quien le tenemos que rendir cuentas, por eso la primera medida fue no gastar en cosas superfluas.
La subsecretaria de Diversidad Cultural detalla que tiene a su cargo, sobre todo, “ver que las cosas se hagan bien, que lo que me presenten los directores de área, o los titulares del Instituto Nacional de Antropología e Historia o del Instituto Nacional de Estudios Históricos y de las Revoluciones de México, se realice.
Pero también estoy para sugerir cosas y para trabajar lado a lado con la secretaria Alejandra Frausto, con quien todo el tiempo estoy en reuniones porque escuchamos a todo mundo; es un mandato del Presidente: nos ha dicho que nos debemos a las personas y tenemos que escucharlas, atender sus necesidades en las áreas que estemos.
Año de las lenguas indígenas
Respecto de las actividades conmemorativas por el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, Natalia Toledo explica que todas las áreas de la Secretaría de Cultura van a participar en un vasto programa que anunciará en breve la secretaria Alejandra Frausto, pero que la idea es que “no pensemos que los proyectos se tienen que realizar en una fecha precisa y después olvidarse; todo el año habrá actividades con un enfoque a largo plazo.
Estamos trabajando para cubrir todos los años con iniciativas en favor de las lenguas indígenas pues, por fortuna, tenemos una riqueza extraordinaria. Nuestras lenguas ahí están, no se han perdido ni con todas las políticas erróneas que ha habido; es importante rescatar que hay muchas personas que hoy día trabajan para que nuestras lenguas sigan respirando.
Añade que las bibliotecas públicas, alrededor de 8 mil en todo México, se van a rehabilitar “para volverse centros culturales, en el sentido de que siempre haya personas leyendo, tomando clases de algo, aprendiendo.
Gracias al trabajo transversal que estamos haciendo en y desde la secretaría, en colaboración con todas las otras dependencias federales, no hay el desmembramiento de antes, en el que cada quien iba por su cuenta. Aquí no hay manera de hacerse tontos, pues todos trabajamos en conjunto, sin descanso. Sería una vergüenza que el Presidente, que se levanta tan temprano a trabajar, no tenga un equipo que haga lo mismo
, concluye la funcionaria.