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Crisis en Venezuela

La ayuda es un plan de guerra, insiste Caracas

USAID denuncia la tiranía del gobierno de Maduro
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▲ El canciller venezolano Jorge Arreaza anunció en Nueva York que por decisión propia su país saldrá de la Organización de Estados Americanos en abril.Foto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de febrero de 2019, p. 20

Cúcuta. Estamos orgullos de estar de su lado, estamos con la gente de Venezuela que anhela esa libertad, con la gente que pide una democracia verdadera, expresó este sábado Mark Green, responsable de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), al recibir el tercer cargamento de ayuda humanitaria para Venezuela en el aeropuerto Camilo Daza, en esta ciudad colombiana, trasladada en tres aviones militares estadunidenses C-17 procedentes de Miami, Florida.

Al rechazar lo que llamó una tiranía impuesta por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, Green llamó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a que no obstruyan el ingreso y distribución de esta ayuda –que se necesita de manera inmediata– al país petrolero.

Sus conciudadanos están huyendo y muriendo de hambre, están cometiendo un terrible, terrible error al bloquear esta ayuda, comentó la enviada del Departamento de Estado estadunidense, Julie Chung.

Una delegación del gobierno estadunidense, encabezada por Green, hizo entrega del envío que será almacenado cerca del puente de Las Tienditas, que une a Cúcuta con la ciudad venezolana de Táchira. Las cajas, marcadas con el logotipo de la USAID, contienen suministros de higiene y asistencia médica para unas 25 mil personas, así como raciones de galletas energéticas y proteicas suficientes para 3 mil 500 menores.

El primer suministro estadunidese llegó en camiones a Las Tienditas el pasado 8 de febrero. El puente no está en uso desde 2015 debido a un ataque de paramilitares colombianos. Este acceso fue bloqueado hace una semana por el ejército venezolano con un camión cisterna, dos contenedores de carga pesada y una malla de metal.

La semana pasada se habilitaron dos centros de acopio en el estado brasileño de Roraima, fronterizo con Venezuela, y en la isla caribeña de Curazao. Tras el envío, Miami se convirtió en el cuarto punto internacional de concentración de ayuda para Venezuela.

El gobierno bolivariano sostiene que la entrega de esa asistencia es el pretexto para una intervención militar estadunidense. Maduro ordenó el viernes pasado alistar un especial despliegue en la frontera con Colombia ante lo que ha denunciado como planes de guerra de Washington y Bogotá.

Los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos sostienen un diálogo abierto, pese a las profundas diferencias políticas entre ambos, afirmó el canciller, Jorge Arreaza, tras asegurar que su representación se saldrá por decisión propia de la Organización de los Estados Americanos en abril.

En Los Cortijos, noreste de Caracas, el titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, quien se proclamó presidente encargado, y solicitó la ayuda humanitaria, convocó a movilizaciones en todo el país el 23 de febrero –día en que se cumple un mes de su autonombramiento– para acompañar las caravanas de voluntariados que irán a los puntos fronterizos a ingresar la ayuda estadunidense.

Ante miles de sus seguidores, Guaidó dijo que tiene unos 600 mil voluntarios en el país para recibir instrucciones sobre su colaboración en el proceso de ingreso. También dio una orden directa al ejército venezolano para que permita la entrada de la ayuda humanitaria enviada a la frontera por sus aliados internacionales.

En tanto, Costa Rica dio 60 días al cuerpo diplomático venezolano en su territorio que es leal a Maduro para que abandone el país, pero rechazó el uso de una opción militar para la crisis en Venezuela.