Sentado al pie de un árbol, en el albergue del estadio Jesús Martínez Palillo de Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, en Iztacalco, Alonso Pineda descansa con su pequeño hijo y recuerda lo difícil que fue dejar a su esposa embarazada y a su país, Honduras, por la inseguridad, la falta de empleo y el mal gobierno en esa nación.

Para él, como muchos compatriotas, su familia es la principal causa por la que abandonó su país y sus raíces en busca de un futuro mejor para ellos y ver lo que Dios tiene destinado para los dos, comenta mientras su hijo lo observa con atención.

En su mirada y sus palabras muestra la incertidumbre y angustia sobre su futuro y el de su hijo; sin embargo, no pierde la esperanza de salir adelante y encontrar un trabajo en la capital. Es buscar otro sendero, como dicen. Estamos en la Ciudad de México esperando el papel que nos van a dar.

Para Jesús la atención que ha recibido en el albergue ha sido muy buena, se vive un buen ambiente gracias a Dios todo es excelente, ha sido al 100, comemos tres veces al día, nos han dado el apoyo de principio a fin.

▲ Estar en México le ha devuelto un poco el optimismo a Jesús.Foto Luis Castillo

Ahí hay carpas como la de la Secretaría de Marina, que es la que le proporciona comida; del Instituto Nacional de Migración, que expide las visas humanitarias, y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, así como unidades móviles de la Secretaría de Salud e incluso una para cortarse el cabello, donde principalmente acuden niños.

Al preguntarle qué actividad deportiva realiza en el albergue, el cual cuenta con una cancha de futbol y donde se observan al menos a 12 centroamericanos jugar, expresa que le gusta el deporte, pero que no tiene tiempo para practicarlo porque debe cuidar a su hijo.

Mi hijo tiene mucha visión, pienso que se le puede abrir una oportunidad aquí, meterlo a una escuela es una idea; se cierra una puerta, pero se abre otra.

Por otra parte, comerciantes ambulantes entrevistados afuera del complejo deportivo aseguraron que al menos 15 migrantes se drogaban y alcoholizaban, por lo que tras una revisión por los policías capitalinos se desató el enfrentamiento del pasado viernes.