La oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) planteó que la Constitución debe reafirmar la integralidad de la educación, que sea un bien común y se oriente al interés público, en contraste con una visión utilitarista e individualista.

A nombre de su representante en México, Frédéric Vacheron, el especialista en educación de aquella oficina, Adolfo Rodríguez Guerrero, también resaltó que en la reforma constitucional debe garantizarse que los procesos de ingreso y promoción al servicio profesional docente sean transparentes y se fortalezcan para asegurar que ingresen los mejores.

Como parte de las audiencias públicas convocadas por la Cámara de Diputados para discutir la iniciativa presidencial en la materia, Rodríguez Guerrero presentó cinco propuestas sobre el sentido de la reforma.

Señaló que en el artículo tercero constitucional debe garantizarse la educación como un derecho humano fundamental y como un bien común de todos los mexicanos y para eso se requiere que el Estado reafirme su papel irrenunciable como garante, custodio y responsable principal de la educación.

También dijo que en el mismo artículo y sus leyes reglamentarias el enfoque de la política educativa debe ser hacia las personas con mayores desventajas, esto es, mujeres, personas con discapacidad, población indígena, niños y adolescentes en situación vulnerable, la población que sufre más violencia y en contextos de emergencia.

Si se habla de excelencia educativa que sea en términos de equidad, inclusión y calidad y no limitar a zonas indígenas a una educación bicultural, sino que ésta sea multicultural.

Un tercer punto es incorporar la figura de educación para el desarrollo sostenible, que tiene por objeto ayudar a las personas a desarrollar aptitudes, capacidades y conocimientos para tomar decisiones en beneficio propio y de los demás y ponerlas en práctica en favor del planeta.

Refirió que el cuarto planteamiento es garantizar a los docentes y directivos que estén calificados y los mejores atiendan a las poblaciones más vulnerables y hacer transparente el mecanismo de promoción”.

Finalmente, dijo que es necesario definir una supervisión de las metas educativas y que la evaluación educativa debe entenderse como la valoración del sistema en su conjunto. México tiene experiencia en cuanto a capacidades técnicas y rigurosidad en el estudio.

Por su parte, Francisco Cartas, coordinador del servicio profesional docente, sostuvo que el modelo propuesto por el Ejecutivo busca la mejor medición del maestro, pero sin que la evaluación se ligue al aspecto laboral. Todo buen docente debe contar con un perfil para poder ejercer bien su profesión.