Jueves 14 de febrero de 2019, p. 2
Madrid. Investigadores de la Universidad de Illinois han desarrollado una nueva hoja artificial, al menos 10 veces más eficiente que las hojas naturales para convertir dióxido de carbono (CO₂) del ambiente en combustible.
Las hojas artificiales –prometedoras para reducir los gases de efecto invernadero– imitan la fotosíntesis, el proceso mediante el cual las plantas utilizan el agua y el dióxido de carbono del aire para producir carbohidratos utilizando la energía del Sol, pero sólo funcionan en el laboratorio, porque utilizan CO₂ puro presurizado de los tanques.
Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Illinois, en Chicago, han propuesto una solución de diseño que podría sacarlas al medio ambiente. Sus hallazgos aparecen en la revista ACS Sustainable Chemistry & Engineering.
Se trata de envolver la tecnología tradicional de hoja artificial con membrana especializada, para que funcione en el exterior.