Lunes 11 de febrero de 2019, p. 7
Bajo la conducción del senador de Morena Napoleón Gómez Urrutia, nacerá una nueva central obrera: la Confederación Sindical Internacional Democrática (CSID), cuyo fin es reunificar al movimiento ahora totalmente dividido y polarizado
, con miras a restructurar el ámbito laboral y cambiar la equivocada política
en la materia impuesta en anteriores décadas que sólo empobrecieron a la clase trabajadora.
Gómez Urrutia adelantó que la CSID se fundará este miércoles en la sede del Sindicato Minero, donde se ha gestado en los meses recientes, al tiempo que aclaró rumores.
No será una agencia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ni de Morena ni de nadie, sino una organización para la defensa genuina de los trabajadores, de su derecho a la libertad y democracia sindical
, afirmó.
En entrevista con La Jornada, el dirigente sindical precisó que no se busca quitar membresía a nadie, pero tampoco cerrar la puerta a los que quieran ingresar. Por eso, la nueva confederación contará en principio con 10 organizaciones independientes, así como sindicatos de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y otras centrales que en su momento estuvieron allegadas al PRI y decidieron optar por una alternativa moderna, lejos del corporativismo y de caciques y pillos sindicales
.
–¿Es el derrumbe, el fin de la CTM, como teme su dirigente Carlos Aceves del Olmo?
–En lo personal lo respeto, pero creo que él siente pasos porque no se resigna a que el cambio ya se dio. Espero que el compañero Aceves del Olmo esté consciente de que trae una terrible división interna debido a la ambición desmedida de los dirigentes cetemistas estatales que están esperando que él se retire para disputarse el poder.
Agregó que la gran mayoría de los dirigentes cetemistas en los estados manejan las federaciones y los sindicatos como propiedades personales, se han dedicado a explotar a los trabajadores en complicidad con los empresarios. Mencionó el caso de Tereso Medina, en Coahuila –quien envió golpeadores al recuento en PKC–, de Javier Villarreal, en Sonora, aliado de Grupo México contra los mineros de Cananea, y de muchos más.
Lo mismo ocurre en la CROC y las demás centrales oficiales, que se convirtieron en instrumento de mediatización y control de trabajadores. Ante ese panorama, con un gobierno que apuesta a la Cuarta Transformación, muchas organizaciones buscaron un nuevo espacio para reagruparse en un proyecto que garantice el derecho a la libertad sindical, a elegir a sus dirigentes sin represión, sin chantajes ni amenazas
.
Gómez Urrutia precisó que desde su regresó a México comenzaron a buscarlo diversas organizaciones. La primera fue el Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematrográfica, en septiembre pasado, y luego otras interesadas en construir una nueva central sindical –ante la ausencia de liderazgos– que entrara de lleno en la negociación de la reforma laboral.
Hubo diversas reuniones en esos meses, que concluyeron el jueves pasado, en la que se aprobaron los estatutos y se decidió que él sea el secretario general de la CSID.
Es el primer paso, dijo Gómez Urrutia, luego se afiliarán otros organismos con miras a conformar uno cúpula del sector obrero, similar al Congreso del Trabajo, pero democrático y ubicado en la globalización para establecer relaciones con sindicatos de otros países para la defensa de los trabajadores.