todala vida?
i, en el acuerdo entre el Gobierno federal y gobernadores de ocho estados para hacer efectivo el acceso a la atención médica y medicamentos gratuitos de la población sin seguridad social (14/12/18), la corrupción heredada justifica la recentralización de servicios y sus patentes riesgos en el Plan IMSS: Bienestar para toda la vida (03/01/19), también la corrupción justifica la ausencia de innovación programática, así como los patentes riesgos de una desnaturalización institucional. Dada la relevancia del instituto, el plan queda muy lejos de las expectativas de real alternancia para estructurar otra política de salud y seguridad social en consonancia con su derechohabiencia, así como de la prioridad
de apoyar a los más desfavorecidos, aunque ofrezca caminar
hacia un sistema único
.
Las tareas concretas
del plan apenas muerden tres cuerpos de política del acuerdo: fortalecer y ampliar la cobertura del programa IMSS-Bienestar atender urgencias médicas a cualquier persona sin importar su afiliación o derechohabiencia y vincular trabajadores que pierden sus derechos con el proyecto de atención y medicamentos gratuitos bbjetivos 1 y 3 (O1,3). Mientras que las acciones
de realización inmediata sólo repiten atender
urgencias.
Además, el plan hace pasar como nuevas
actividades rutinarias y de estricto apego normativo: digitalizar
trámites, atender
quejas, fomentar
comunicación con trabajadores-patrones, optimizar
fiscalización-cobranza, incorporar
medidas de austeridad, profesionalizar
personal administrativo y gerencial, monitorear
estándares y guías para la calidad médica, mejorar
el gasto con indicadores de productividad y satisfacción de los derechohabientes, así como continuar
con el Seguro Facultativo de escuelas y universidades (O,3,4,5,6). Mientras que las acciones a 100 días
ofrecen siete
Jornadas Médicas IMSS-Bienestar, atención a trabajadores eventuales-campo. Y, como acciones
del primer semestre 2019: atención
continua a pueblos originarios, actualización
de cuotas para incorporación voluntaria, publicar
tablas de factores mano de obra construcción. Ello confirma que el director Germán Martínez no ha sido cabalmente informado por sus subalternos.
Pero el plan también recarga y exalta tareas-acciones, al primer semestre 2019, de una sola dirección institucional: orientación
sobre el Seguro-Salud (Estados Unidos), guarderías seguras
(O1,2), plan de estudios del programa internacional
(maestría) en discapacidad-derechos humanos, estrategia
de desarrollo guarderías-Unicef, constitución
de Odimss con Conade, segunda
fase de Mi pensión digital, fortalecer
vinculación internacional con CISS, OCDE, OMS; desarrollar
líneas de trabajo con sector privado y organizaciones de la sociedad civil para alcanzar objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en materia de salud y seguridad social previstos en Agenda 2030. Muchas de éstas acciones corresponden, además, a encuadres políticos del periodo neoliberal. Lo cual reconfirma que el director Martínez no acaba de dominar la complejidad técnica del instituto a su cargo.
Mucho más grave es todo aquello que ignora el plan: ¿cómo fortalecer
mecanismos para la atención de personas LGBTTTI, discapacitados y movilidad reducida? ¿Cómo el
primer y segundo nivel? ¿Cómo ampliar
y rehabilitar infraestructura? ¿Cómo implementar cuidados paliativos
? ¿Cómo establecer
mecanismos de atención médica telefónica- telemedicina y domiciliaria? ¿Cómo evaluar permanentemente
riesgos de corrupción? ¿Cómo superar
el déficit de personal? ¿Cómo establecer
con SAT-Infonavit mecanismos de recaudación (O1,2,3,4,6). ¿Cómo operará el programa piloto para trabajadoras domésticas (obligatoriedad, financiamiento, beneficios) ofrecido como acción
de realización inmediata y el Plan de Inclusión e Igualdad?
Y sobre todo, invocando universalidad
, el plan no dice palabra sobre la recarga laboral que recaerá sobre el frente de operación y sus equipos de salud en el contexto de la descapitalización estructural en que se encuentra y sin los mínimos de suficiencia para brindar servicios oportunos. Tampoco alude a los indispensables resultados de la anunciada gran auditoría, rápida y oportuna
, ofrecida por Martínez ( La Jornada,07/12/18). Ella deberá estar lista en enero 2019
con el fin de “evitar simulación sindical, vía contratos de protección, o en la entrega de las cuotas obrero-patronales. Esa auditoría aclararía los fantásticos números cosméticos del peñismo (superávits
y reservas) para, finalmente, disponer de un cuadro real de las finanzas institucionales, ausente desde principios de la administración foxista de Santiago Levy (2001-05) y perpetuado –por Calderón y Peña– hasta diciembre 2018.
El primer Plan-Martínez no asemeja Bienestar para toda
la vida ni el acceso
a la salud para los más desfavorecidos, aún.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco