Sábado 9 de febrero de 2019, p. 5
Berlín. Temblores en Berlín sacuden el suelo de la capital cinematográfica alemana.
Es así como apoyados en esta metáfora podría describirse el trabajo que con el mismo nombre trae de nuevo a Berlín al realizador guatemalteco Jairo Bustamante.
Que el pequeño país centroamericano se proyecte a través de el quehacer creador de Bustamante es motivo de orgullo para cualquier hispanohablante o latinoamericano.
Bustamante se hizo con el Oso de Plata en 2015 con Ixcanul. Este premio le abrió las puertas en Berlín para ser después invitado en 2017 a formar parte del jurado calificador en la categoría de premios a opera prima.
Ahora, el cineasta guatemalteco forma parte del gran jurado para otorgar el Oso de Oro y los de Plata. No llega con las manos vacías, prueba fehaciente de que el apoyo internacional al cine de países casi olvidados en la escena mundial rinde frutos.
Temblores forma parte de la programación en la sección de Panorama. El hilo narrativo lleva al espectador a contemplar un escenario de los años 70 en la capital guatemalteca.
Apariencias, suposiciones
Pablo (Juan Pablo Olyslager) es un joven apuesto miembro de adinerada familia. Cumple con las expectativas del clan: una dulce y joven esposa, dos hijos de 10 y seis años –niña y niño claro–, un buen empleo, en fin, qué más puede pedirse para completar el ideal cuadro de una vida color de rosa. La familia entera reunida en casa de Pablo, padres, esposa, hermanos, cuñados. Algo grave ocurre.
Este es el primer atino del guatemalteco: provocar esa gama de suposiciones en el espectador: la familia consternada y cada miembro haciendo lo suyo en sus intervenciones hacia el afligido Pablo. ¿Escándalo político? ¿Líos con el narco? ¿Fraude descubierto? Luego, la frase que desentraña el misterio: Pablo salió del clóset
.
Bustamante declaró que el título del filme alude a cómo el ser humano ha de ser capaz de sacudir lo que lo aprisiona en una sociedad cargada de tabúes que pueden caer en esquemas de absoluta irracionalidad basadas en el engaño, que se derrumban ante cualquier temblor
, apuntó.