En entrevista con La Jornada, la rectora del Claustro de Sor Juana adelanta conmemoración por 350 años de la profesión de fe de la monja
Sábado 9 de febrero de 2019, p. 2
Rendir homenajes y crear esculturas de Sor Juana Inés de la Cruz está muy bien, pero sería mejor obtener recursos para desarrollar investigaciones en archivos, expresa la rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), Carmen Beatriz López-Portillo, en entrevista con La Jornada, con motivo de las actividades que esa institución prepara para el aniversario 350 de la profesión de fe de la monja jerónima y 40 años de esa casa de estudios.
Mujer interrogadora que sigue siendo un misterio
–¿Quién es Sor Juana para usted?
–Es el emblema de la libertad. Es esa mujer que se atrevió a pesar del riesgo, a pesar de la caída, a pesar de la presión; es una mujer que fue capaz de defender la libertad y el amor al saber por encima de cualquier cosa, de vivirlo todo, sabiendo que nos vamos a morir. Ella sigue siendo un misterio, pues abordó todos los temas que nos pueden apasionar: amor, muerte, soledad, celos, deseo, sabiduría, el derecho de las mujeres, de los enigmas, las preguntas, de todo.
‘‘Una mujer que bien vale tomarla de ejemplo: fuerte, alegre, curiosa inteligente, crítica, interrogadora; se debe haber enamorado de todo, lectora ávida de conocimiento, observadora. Por eso hay que sacarla del convento.”
Sin embargo a 370 años de su nacimiento y 350 de tomar el hábito ‘‘no hemos logrado hacer un país de respeto al otro, a la otra, y a todos, y vivimos esta situación de agresión y violencia”.
Por la efeméride de 350 años, se realizará una puesta en escena de la ceremonia de la toma de hábito de coro y pelo, que requirió investigar cómo era ese acto, quién estuvo, la música y la mayor parte de los detalles de lo que ocurrió hace tres siglos y medio; para la segunda, 40 años de la UCSJ, se publicará un libro alusivo al proceso de restauración del inmueble que ocupa esa universidad en el Centro Histórico, además del tradicional encuentro internacional Sor Juana y su mundo, en noviembre.
‘‘Está muy bien hacer todas las esculturas, todos los homenajes, todo. Pero, ¿qué pasa si podemos juntar recursos para hacer investigación en archivos? Descubrir por ejemplo dónde quedó El caracol, el texto sobre la música, pues sabemos que lo escribió porque hay un poema donde habla de la relación de la música con las matemáticas y dice: ‘y lo nombré El caracol porque la armonía esa forma hacía’, es decir, en espiral, que finalmente si te fijas es Fibonacci, la proporción áurea. Imagínate esta mujer pensando todo eso, Sor Juana es un monstruo.”
También dónde están los manuscritos de los enigmas que creó para el club de lectura de las monjas portuguesas, al que llamaron La casa del placer. Se conocen cuatro textos originales. ‘‘Las monjas crearon un club de lectura no sólo en un convento, sino en muchos. Eran como las niñas nobles, las mejor formadas en Portugal. Y crean un club de lectura que llaman La casa del placer y piden a Sor Juana por la vía de la duquesa de Aveiro que les escriba algo, pero que no sea un texto monjil. Sor Juana les escribe 20 enigmas y estos 20 enigmas tienen que ver con el amor, celos, la soledad, el deseo.
‘‘Sor Juana tiene este vínculo con estas monjas portuguesas, pero ellas están en Lisboa; no vienen, van los textos de Sor Juana y los enigmas y los copian a mano y se los pasan de convento en convento. Me parece que ahorita hay cuatro o cinco ejemplares de Los enigmas de la casa del placer, que son un prodigio”, refiere la rectora.
Falta descubrir muchos detalles de la profesión de fe de la Décima Musa. ‘‘El 24 de febrero se cumplen 350 años de que Sor Juana tomó el hábito de coro y pelo. Eso no significa que haya entrado al Claustro en 1669. Entró un año antes, pero después de tomar el hábito de novicia tienen un año para confirmar sus votos. Entonces armamos una puesta en escena para replicar esa ceremonia solemne. Pero, para eso, que parece tan evidente, se requiere una investigación muy profunda desde, por ejemplo, ¿en qué parte del espacio se daba esto?, ¿cómo iba vestida, había música o no, había flores?, ¿quién la recibe, está su confesor, la priora, la acompañan sus hermanas, puede estar su familia, es abierta al público? Hay muchísimas preguntas qué resolver.”
También hay aspectos de su vida antes de tomar el hábito de manera definitiva como esos poco más de dos meses antes de ingresar al convento de San Jerónimo. Estuvo con las monjas de la orden de las Carmelitas descalzas el 18 de agosto de 1667, permaneció hasta el 18 de noviembre y enfermó de ‘‘tabardillo”, como ella misma cuenta.
‘‘Debe haber sido algo como tifoidea y las Carmelitas la mandan de regreso, pero no sabemos a dónde: ¿a la corte, a su casa? No se sabe qué pasa en esos meses. La siguiente noticia es que Sor Juana entra el 8 de febrero de 1668 al claustro porque ya hay noticias de ella. Hay un documento donde se da cuenta que Juana Ramírez entró como seglar.”
Mientras, con todo lo que se ha descubierto, el 24 de febrero a las 13 horas se escenificará la ceremonia con la participación del Coro Virreinal Rita Guerrero, que cuenta con la colaboración de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y su Coordinación de Teatro, cuyo titular, Ángel Ancona, ‘‘nos está ayudando y nos puso en contacto con personas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Pensamos llevarla a Almagro, al festival de teatro clásico en España”, adelanta la rectora.
Por primera vez se hará esa representación ‘‘justamente por la dificultad de la investigación. Trabajando en esto algún tiempo, con apoyo de la Universidad de California, con Sara Poot. También Daniel de Lira, quien trabaja aquí en la biblioteca, y Roxana Elvridge, quien hizo una adaptación un poquito más accesible” porque en esa época la ceremonia era en latín.
Universidad del Claustro de Sor Juana, 40 años
Además del aniversario de la profesión de fe de Sor Juana Inés, declarada persona ilustre el pasado noviembre y cuyos restos atribuidos permanecen en la UCSJ, se preparan festejos por esa universidad. ‘‘El 17 de abril se cumplen 40 años de que se terminó la primera fase de la restauración del Claustro. Desde entonces nuestra asociación se encarga de la restauración del edificio” y los trabajos prosiguen.
‘‘Todavía el año pasado pudimos nivelar el piso del gran claustro porque con los sismos, las inundaciones y el movimiento del lago, el edificio se estaba cargando hacia un lado; ya pudimos contar con los recursos para esos trabajos.”
Con motivo de los 40 años de la universidad se prepara un libro de cómo ha sido la restauración que ‘‘hasta donde tengo noticia es el primer convento restaurado de cara a una investigación histórica”.
Después de las Leyes de Reforma fue hospital, cuartel, salón de baile, vecindades; había un taller de coches, una panadería. ‘‘Era un mundo y un submundo, y por ahí de los años 60 del siglo pasado, esto ya se estaba destruyendo, estaban vendiendo la cantera, la herrería. Hay dos personajes importantes: Francisco de la Maza, quien habla con las autoridades para que se dignifique el espacio donde estaba enterrada Sor Juana y promueve arreglar el coro bajo y parte de la nave y ponen una lápida que dice: ‘este es el recinto sepulcral de Sor Juana’. Luego mi tía Margarita, quien se empeñó en que se restaure.
‘‘Cumplimos 40 años y queremos dar cuenta de todo este proceso desde la parte de la arqueología. Algo sobre Sor Juana, su vida conventual, qué pasaba. Sabemos que ella fue la contadora del convento y que prestaba a los plateros, que se quejaban porque prestaba a cinco por ciento”, refiere Carmen Beatriz López-Portillo.
También, para el cumpleaños de Sor Juana, el 12 de noviembre, se realizará el Congreso Sor Juana y su mundo con especialistas nacionales y extranjeros.