El gobernador priísta de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, aseguró que la permanencia de más de mil 600 centroamericanos que se hallan en Piedras Negras desde el fin de semana anterior, con la finalidad de cruzar a Estados Unidos para obtener una visa humanitaria, es una bomba de tiempo, pues la mayoría de ellos no lo conseguirá.

El mandatario estatal dijo que se coordina con el Instituto Nacional de Migración (INM) para elaborar un censo de los centroamericanos y ver quiénes cuentan con documentos que les permitan refugiarse y ser admitidos por Estados Unidos. Sostuvo que al resto el gobierno federal les ofrecerá buscarles empleo en distintas regiones del país o ser repatriados.

Afirmó que los hondureños, guatemaltecos y salvadoreños llegaron a Coahuila manipulados o engañados, con información que no corresponde a su situación migratoria o sobre otras opciones en la frontera o con el gobierno de Estados Unidos. Hemos oído las declaraciones del presidente (Donald) Trump el martes.

Creen que cruzando el río (Bravo, que divide México de Estado Unidos) la van a librar, y la verdad es que hay un fuerte dispositivo en la frontera y muy difícilmente van a lograr ese objetivo. Además, van a poner en riesgo la vida de sus familias y la de ellos mismos, consideró.

Por lo pronto, los migrantes permanecen resguardados por 800 policías federales y militares en bodegas industriales habilitadas como albergues temporales en Piedras Negras.

Mientras, decenas de extranjeros que permanecían en el parque central de Tapachula, Chiapas, fueron trasladados ayer por autoridades municipales al Parque de la Estación, en el sur de la ciudad, luego de protestas de empresarios, quienes afirmaron que su presencia en el centro les ocasionó pérdidas económicas de 250 millones de pesos diarios.

Según fuentes gubernamentales, los centroamericanos fueron llevados en vehículos del ayuntamiento al parque, que cuenta con una cancha techada. Los migrantes se instalaron desde hace más de dos semanas en el kiosco de Tapachula y en jardineras del parque Miguel Hidalgo. Las fuentes señalaron que cientos de centroamericanos que cuentan ya con tarjeta migratoria siguen avanzando o se han detenido en pueblos de la costa de Chiapas.