Domingo 3 de febrero de 2019, p. 8
A casi cuatro décadas de su asesinato, la memoria del maestro y luchador social, Misael Núñez Acosta, no sólo sigue presente, sino que forma parte de esa generación de líderes magisteriales que hicieron posible que hoy vivamos un nuevo proyecto para transformar al país
, destacaron profesores disidentes, quienes señalaron que este domingo se realizará un homenaje en el sitio de su asesinato en Tulpetlac, estado de México.
En entrevista con La Jornada, José González Figueroa y José Manuel Cisneros, egresados de normales rurales y docentes con más de 50 años de servicio, recordaron que Núñez Acosta fue ultimado por tres pistoleros la tarde 30 de enero de 1981 cuando salía de una reunión con padres de familia y colonos.
El dirigente, quien tenía 32 años, era uno de los más brillantes y activos líderes del movimiento magisterial en el valle de México, logró lo que pocos: vincular la lucha de los maestros con la de colonos y obreros que eran los padres de familia que llevaban a sus hijos a las escuelas que nosotros atendíamos
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Nunca como ahora, afirma González Figueroa, es necesario recordar el ejemplo que nos dejaron hombres y mujeres que, como Misael Núñez Acosta, dieron una lucha incansable por el bienestar de las comunidades y comprendieron que el maestro no puede limitar su labor como educador a las cuatro paredes de un aula
. A 38 años de su asesinato, hoy maestros, colonos y padres de familia harán un homenaje a pocos metros de la escuela primaria Héroes de Churubusco, en la Loma, Tulteplac, a las 9 de la mañana, y cerca de las 11 habrá un festival cultural en el centro escolar que fundó Núñez Acosta para atender a los hijos de los obreros que laboraban en las fábricas de la periferia del norte de la ciudad.
Cisneros, quien acudió a no pocas movilizaciones convocadas por Núñez Acosta, destaca que han pasado casi cuatro décadas, pero seguiremos insistiendo en su memoria, porque dio ejemplo de lo que debe ser un maestro y un luchador
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A este esfuerzo de preservación de su lucha y memoria, dijo, se suma la demanda incansable de justicia y castigo a los responsables materiales e intelectuales, entre ellos, la ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales, quien nunca podrá evadir su responsabilidad en los hechos que se gestaron para acabar con la vida de uno de los luchadores y líderes sociales más emblemáticos del movimiento magisterial en México
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