En los primeros dos meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se han hecho pocas licitaciones para la realización de obra pública y adquisición de productos y servicios, situación que para algunos empresarios es usual, porque la administración apenas se va iniciando, pero ello repercute en falta de dinamismo para la industria.

Arturo Rangel, vicepresidente de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), dijo a La Jornada que los empresarios que están familiarizados con el tema de las licitaciones públicas saben que en el primer año de gobierno el proceso es lento, por lo que todavía no hay muchas.

Explicó que ello se debe a la llegada de gente nueva, la cual debe familiarizarse con el sistema, los inventarios, las necesidades de los proyectos gubernamentales y no busca dar continuidad a lo que ya estaba.

Indicó que la memoria es muy corta, pues cuando comenzó el sexenio de Enrique Peña Nieto se tardaron más de un año en publicar licitaciones, pero en algunos sectores el tiempo de espera fue hasta de 18 meses.

Recordó que para los empresarios ya era preocupante, porque se preguntaban qué era lo que pasaba con los recursos y para qué los estaban guardando. Además, cuál había sido el flujo de recursos, que no se había reflejado en inversión pública, porque en ese tema siempre hay muchos fondos del gobierno.

Agregó que si bien hasta el momento las licitaciones no han sido muchas, debido a la estrategia de combate al robo de combustibles emprendida por López Obrador, surgió una situación atípica: la compra de autotanques para suministrar gasolinas en el país.

Arturo Rangel, quien forma parte de la industria automotriz del país, recordó que, como parte de la situación de emergencia, se hizo una licitación en Nueva York para adquirir dichas pipas. Destacó que la industria nacional está contenta, porque los tanques serán fabricados en el país, como es el caso de Navistar México, empresa a la que, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se compraron 410 unidades con un costo de 53 millones 107 mil 948 dólares.

Rangel insistió en que el tema es que cada que llega una nueva administración se revisan los contratos, las condiciones, por lo que no es algo que sea novedoso ni que deba sorprender a nadie.

Indicó que la situación ha cambiado mucho, pues en el sexenio pasado, cuando se lanzaban licitaciones, por ejemplo para seguridad nacional y pipas, se daba preferencia a China, lo cual ponía en desventaja a la industria nacional.

Subrayó que se espera que las licitaciones no demoren mucho, pues ya se han identificado las áreas en que se necesita resolver situaciones de urgencia extrema.

Sin embargo, Juan Manuel Chaparro, coordinador de la Comisión de Fomento Industrial de la Canacintra, comentó que con el cambio tan radical de gobierno no es que no se hayan hecho compras, sino que éstas han sido mínimas y, por ende, no aportan crecimiento al país.

Hasta ahora hay una casi nula dinámica de licitaciones. Se entiende porque está entrando nuevo personal, pero es totalmente cierto que se ve falta de dinamismo.

Comentó que aún se esperan las licitaciones para el proyecto del Tren Maya y el aeropuerto internacional en la base de Santa Lucía, pero hasta el momento no hay nada, por lo que los industriales están rezagados.

En ese sentido, manifestó que la cancelación de la cuarta subasta eléctrica refleja pasividad del gobierno federal, situación que resiente el sector industrial.

Subrayó que se esperaba un dinamismo mayor, el cual no se está viendo, pues a lo anterior se ha sumado el desabasto de gasolinas y los bloqueos de vías ferroviarias en el estado de Michoacán.

Difícilmente, apuntó, se logrará crecer a 2 por ciento como se proyecta, si no hay dinamismo en la industria. Así no se podrá generar empleo, enfatizó.

Con ese tipo de situaciones las industrias pequeñas y medianas son las que más pierden, pues las grandes pueden soportar un poco más. Por ello, llamó al Estado mexicano a garantizar las condiciones para la inversión.