La Secretaría del Bienestar plantea reorientar las acciones gubernamentales para cubrir las necesidades de los grupos históricamente más rezagados, que suman 33.1 millones de personas, 37 por ciento de la población. Entre ellos los pueblos indígenas, de los cuales 72 por ciento se encontraba en 2016 en pobreza, y también la mitad de personas con discapacidad, adultos mayores y jóvenes que están en esa condición.

Esto señala en el Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social de entidades, municipios y demarcaciones para el ejercicio fiscal 2019, con base en información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación con la finalidad de orientar sobre las obras que se realicen con el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (Fais) municipal y las entidades.

Cinco estados, mayor lastre

Refiere que los estados de México, Veracruz, Chiapas, Puebla y Oaxaca concentraron cerca de 40 por ciento de la población que vive en situación de pobreza. En 2016 –año del más reciente informe de pobreza del Coneval– alrededor de 60 por ciento de la población en pobreza extrema se ubicó en Chiapas, Oaxaca, Veracruz, México y Guerrero.

Destaca que en términos absolutos, de 2010 a 2016, el número de personas en pobreza aumentó en 10 entidades, de las cuales Chiapas, estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla y Veracruz, tienen los niveles de rezago históricamente más altos. Además, sobre la incidencia en pobreza, en Veracruz hubo un aumento de 4.6 por ciento y en Oaxaca de 3.4. En contraste, en Nuevo León, bajó en 6.8 puntos porcentuales. Como resultado de ello, las brechas entre entidades en materia de pobreza se agudizaron, señala.

Al analizar los resultados sobre las carencias sociales que enfrenta la población en el documento se señala que en 2010, Chiapas, Guerrero y Oaxaca presentaron las incidencias más altas en carencia por acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda y acceso a los servicios básicos en la vivienda. En 2016 esas entidades continuaron en la misma situación. En tanto que en Nayarit, Baja California Sur, Oaxaca, Quintana Roo y Tabasco hubo incrementos en la incidencia en la carencia por acceso a los servicios básicos en vivienda.

Sobre la población con ingresos inferiores a la línea de bienestar, entre 2010 y 2016 se registraron reducciones menores en Guerrero, Puebla y Chiapas, mientras que en Ciudad de México, Michoacán, Colima, Oaxaca, Veracruz, Morelos y el estado de México hubo un incremento.

En el documento, la dependencia señala que ante este panorama es necesario redoblar esfuerzos y plantear políticas públicas que promuevan un crecimiento más resiliente, más incluyente y más sustentable de las personas y sus familias. Indica que el cambio de administración ha mostrado la urgencia de transformar y mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, se trata de un cambio de paradigma representa una oportunidad para identificar los retos en materia de combate a la pobreza y un replanteamiento en la atención y apoyo a la población más vulnerable.