oticias del Imperio es un fantástico cuadro, imaginativo, que promueve variadas líneas, políticas, sociales, personales, religiosas y afectivas, producto del prestigio de la poesía rítmica, armoniosa del recordado en estas fechas, Fernando Del Paso. Realidad fantasiosa que atrae a la memoria las vivencias confusas de la estancia de Carlota y Maximiliano en México. Obedeciendo a su historia europea monárquica, chocan con la política exterior, mexicana, al grado que Carlota hace jurar a Maximiliano que nunca abdicará. Maximiliano muere en el cerro de las Campanas, gritando: ¡Viva México!
Sin entender qué pasaba, la pareja disfrutaba rodeada de armoniosos conjuntos de líneas, vajillas, encajes, joyas, pinturas, vestidos y casas; las más elegantes y airosas, con gran profusión de perfumes y jardines llenos de delicados trazos, por cuyos huecos se divisaban confusamente los vidrios enriquecidos por el paisaje mexicano, las imágenes de los títulos europeos, las hojas llenas de nuestro color y los blasones heráldicos.
Carlota vestida de china poblana, abrazada a su caja de cedro y palo de rosa, muerta de sed, guardaba y recontaba la historia de la locura –¿el elogio a la locura de Erasmo?– o la locura de la historia. Ahuecaba la memoria de Maximiliano. Recuerdo, ensueño, simultaneidad, devenir inacabable de la historia, la verdadera historia, arraigada en el sueño y la fantasía, la loca de la casa.
La emperatriz de México ve desde sus ojos ciegos –como los del oráculo griego– la muerte de todos y cada uno de los hombres y mujeres europeos y mexicanos que detentan el poder entre máscaras, crinolinas, bailes y patés de ganso. Feria de vanidades
similar a las danzas de la muerte medievales entrando en la comparsa, a ritmo de vals, morir en la miseria, la vejez, el descrédito y ayunos de poder, la mirada lúcida, pragmática y calculadora, pero miope de quienes hoy son los que escriben la historia oficial. ¿Será para siempre?
Apego obsesivo a la historia: ¿A cuál? ¿A los juaristas, los conservadores, los Austrias, los Borbones, los Napoleones o a los mestizos coloreados de indio, de español, de francés, de italiano, de anglosajón?
¿A cuál historia? ¿La de los vencidos o de los vencedores? ¿Los monárquicos o los liberales, los europeos o los mexicanos?