El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, aseguró en entrevista con La Jornada que a más tardar el 5 de febrero el personal eventual que labora en esa institución recibirá los pagos correspondientes de enero.

Precisó que aunque en redes sociales y medios informativos se ha divulgado el despido masivo de aquellos que prestan sus servicios bajo la modalidad del Capítulo 3000 (por honorarios), tras concluir su contrato el 31 de diciembre, sólo ha sido un porcentaje mínimo al que no se recontrató.

“No hay despidos masivos como argumentan varios medios. Efectivamente hubo la necesidad de revisar los contratos del personal eventual porque se nos pidió que los regularizáramos, y para ello justificamos uno por uno su pertinencia.

“Sin embargo –reiteró–, como suele suceder casi todos los años, y no es nada nuevo, se generó un retraso en el pago del personal eventual que será cubierto entre el viernes primero y el martes 5 de febrero.”

El funcionario fue entrevistado vía telefónica luego de asistir a la inauguración de Golfo: mosaico ancestral, muestra temporal que dedica el INAH a las culturas prehispánicas de la costa del Golfo de México, en el Museo Nacional de Antropología.

Jornada de protestas

Por su parte, trabajadores y profesores por contrato (de ese instituto) comenzaron esta semana una serie de movilizaciones en demanda de que se regularice su situación laboral. La más reciente tuvo lugar ayer en el Palacio Nacional.

“El INAH no es un ente arcaico. En el instituto hay personas especializadas dispuestas a trabajar y a defender nuestro patrimonio. Somos las personas que estuvimos atendiendo comunidades remotas de varios estados del país durante meses. Trabajando más de 12 horas sin seguro de vida y con vehículos en mal estado.

Exigimos respeto y que se deje de recortar cada año la plantilla de trabajadores. Este año es dramático el número de despidos que se exige a las instituciones; se ha pedido que sea 20 por ciento del personal eventual y la desaparición del Capítulo 3000, indicaron los inconformes en redes sociales.

Ante esa situación, Diego Prieto puntualizó que se respetan las necesidades de todos los trabajadores, aunque desafortunadamente en algunos casos se ha convenido la no recontratación, y en otros, un cambio de función.

“Todo eso implica un poquito de tiempo y por supuesto ha obligado a esta dirección general a hacer una gestión intensísima de día, noche y madrugada pero que ya está en proceso. No habrá problema y eso les explicaremos a los compañeros que acudan al mitin.

“Enero sigue vigente. La primera quincena se les adeuda a los trabajadores eventuales, pero la segunda, todavía no se vence. Es tradición pagar el 25, pero eso es sólo una costumbre, pues la quincena se termina el 31. Por eso convocan su reunión, porque saben que es muy probable que el viernes ya esté todo pagado.

Es un momento de transición, de revisión, en la que por supuesto y ante todo valoro con prioridad absoluta al personal. Al capital humano, a la gente. A los trabajadores que hacen la institución. Sean de base, de confianza, eventuales o de servicios profesionales. Todos me merecen absoluto respeto y todo mi compromiso para que se les pague completo y a tiempo.

▲ Estoy dispuesto a escuchar a los inconformes, pero no estoy de acuerdo en que se plantee que el instituto está en riesgo de colapsar, expresó el funcionario en charla con La Jornada.Foto José Carlo González

Prieto Hernández subrayó que el personal eventual del INAH asciende a poco más de mil 600 personas.

Al personal de base se le paga oportunamente; el de confianza tampoco tiene queja y el que es remunerado por servicios profesionales, al que le llaman Capítulo 3000, estamos en proceso de formalizar los contratos. Pero es una planilla que habitualmente empieza a ser remunerada un poquito después de iniciar el año. También nos merece todo nuestro reconocimiento, aprecio, consideración y compromiso, aunque es poco personal en esa modalidad.

Se analizarán las peticiones

Respecto del pliego petitorio que la denominada Asamblea General del INAH podría entregar mañana al titular de esa dependencia del gobierno federal, como a otros funcionarios, Diego Prieto destacó: “Sé que los inconformes han tenido varias reuniones. Sé que harán unos planteamientos totalmente pertinentes y serán atendidos, aunque hay otros que tendremos que analizar con más detalle debido a que algunos planteaban 100 por ciento de aumento salarial, basificación y una serie de cosas que rebasan al instituto, porque requieren el soporte presupuestal.

“El pago del personal eventual y del que presta servicios personales o profesionales está asegurado, comprometido y legítimo. Otras peticiones requieren analizar reglamentos como los de admisión, escalafón, promoción y exámenes de oposición, y revisar situaciones que ya están muy reglamentadas y convenidas con las organizaciones sindicales.

“Incluso si se generaran mayores plazas de base, se deben definir cómo se van a concursar. En el INAH todos esos puestos tienen que ser sujetos a exámenes de oposición. No se puede generar automáticamente una base, por mucho que haya personas que consideren ser los legítimos merecedores de dicha contratación.

“Todo lo que pidan los trabajadores será considerado, pero en su justa proporción y en su debido proceso. No tengo el dato exacto de a cuántas personas ya no se les renovó contrato, pero son muy pocas. Incluso nuestros amigos del Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) nos han dicho que nosotros no ejercemos muy bien ese ejercicio. Ni siquiera llegamos a 10 por ciento.

“El instituto está más vivo y vigente que nunca, estamos en proceso de fortalecimiento; no hay duda de que continuaremos impulsando todas las acciones sustantivas y atenderemos todo lo que requieran las autoridades hacendarias. Pero no olvidemos que el INAH vive en austeridad desde hace décadas.

Celebramos nuestros 80 años de vida; particularmente comparto las inquietudes de los compañeros acerca de la situación de su contrato y estoy dispuesto a escucharlos, pero no estoy de acuerdo en que se plantee que el instituto está en riesgo de colapsar.