Nueva York. No lo dejen escapar de su responsabilidad. Encuéntrenlo culpable de todos los cargos, pidió la fiscalía después de un día resumiendo las casi 12 semanas del juicio estadunidense contra Joaquín El Chapo Guzmán en un tribunal federal en Brooklyn.

En lo que fue el día 37 de sesiones en el juicio, Andrea Goldbarg, la fiscal federal asistente, dio inicio a lo que serían más de cinco horas de resumen indicando que el gobierno ha presentado una avalancha de evidencia, con la documentación de un caso de drogas, violencia y dinero en torno a los 25 años en que El Chapo llegó a ser “uno de los principales líderes del cártel de Sinaloa”.

Frente al jurado, Goldbarg acusó que el propósito central del cártel fue distribuir droga a Estados Unidos, negocio impulsado por medio de violencia y corrupción para imponer su voluntad contra cualquier cosa que estorbara el imperio de drogas.

Exposición de los diez cargos contra el narco

Durante horas, paseándose frente al jurado y con una exhibición de armas automáticas, chalecos antibalas y envases con cocaína sobre la mesa de la fiscalía, la funcionaria intentó hilar –con una presentación PowerPoint– todo lo que se había presentado al jurado desde noviembre, cuando dio inico este este proceso, por medio de más de 50 testigos, exhibiciones, muestras de mensajes y llamadas telefónicas intervenidas.

Con ello, presentó uno por uno los 10 cargos que enfrenta El Chapo, que incluyen conspiración en un negocio criminal, conspiración y transporte de drogas ilícitas a Estados Unidos, su distribución dentro de este país, uso de armas de fuego como parte del negocio de tráfico de enervantes y lavado de dinero.

Al recordarle al jurado el desfile de testigos, tanto ex socios de Guzmán en el narcotráfico como agentes de seguridad pública estadunidenses y otros de Colombia, Ecuador y República Dominicana, como también el tesoro secreto (desconocido por El Chapo y otros hasta este juicio) de más de un millón de mensajes electrónicos interceptados, llamadas telefónicas entre el acusado y sus socios, trabajadores y hasta con funcionarios mexicanos corruptos, más fotos y videos, la fiscal mostró una selección de los más impactantes.

Goldbarg afirmó una y otra vez, al resumir toda las pruebas, que la fiscalía había comprobado más allá de la duda razonable la culpabilidad del acusado en cada uno de los cargos.

La repasada de la lista de los ex socios, compadres, amigos y hasta amantes de El Chapo que se voltearon para presentarse aquí como testigos cooperantes fue dramática, ya que integra un elenco de criminales de alto perfil dentro y fuera de México. Pero tal vez fue el colombiano Christian Rodríguez, el joven genio que instaló toda la sofisticada red de comunicación y espionaje para ex líder del cártel de Sinaloa fue quien hizo más daño, ya que el gobierno estadunidense, al lograr voltearlo, obtuvo acceso no sólo a toda la empresa de Guzmán, sino a lo más íntimo de su vida, sin que él se diera cuenta.

Con ello, mucho de este caso se construyó, señalo Goldbarg, con base en la evidencia sobre cómo manejaba su imperio de manera cotidiana, inculpando al acusado con su propia boca.

Aunque no se recordó por nombre a quienes han surgido en los testimonios, la fiscal también aludió a que el negocio requería no sólo violencia, sino corrupción para funcionar, y habló de la amplia corrupción del gobierno mexicano, incluyendo la participación directa de oficiales y funcionarios; puso de ejemplo los pagos mensuales de 50 mil doláres a los yanquis y los delegados estatales de la Procuraduría General de la República.

También resaltó los asesinatos ordenados por el acusado, incluso de ex amigos que sospechaba eran informantes, como el caso detallado en los últimos días del juicio de uno de sus subordinados, de cómo torturó y asesinó con sus propias manos a tres narcos.

Goldbarg, con detalle a veces mareador, argumentó que la fiscalía no sólo presentó pruebas sobre la operación ilícita trasnacional del negocio de tráfico de drogas, la violencia, la corrupción y el lavado de dinero bajo la dirección de El Chapo, sino que estas fueron corroboradas por otros testimonios y evidencias.

Resaltó que el negocio del capo mexicano alcanzó hasta aquí, a unas cuadras del tribunal, donde hace unos años se confiscaron casi dos toneladas de cocaína exportadas por el acusado, e informó que en total se han decomisado unas cuatro en este distrito de Nueva York, y que se calcula que de 15 a 20 toneladas han llegado a esta misma zona, con valor de 2.5 mil millones de dólares.

El acusado tenía un plan para conquistar el mundo de las drogas y a la vez buscaba asegurar que un día como éste nunca llegaría (...) siempre tenía una ruta de escape.

Recordó que en varias ocasiones escapó de las autoridades por túneles construidos debajo de sus casas de seguridad, así como el famoso por el cual huyó la última vez de un penal de máxima federal mexicano.

Aquí frente de ustedes”, dijo Goldbarg, se escapó de las autoridades –apuntando hacia el acusado en la mesa de la defensa–, y solicitó: “no lo dejen huir de su responsabilidad… hagan que rinda cuentas”.

Hoy, los abogados defensores de El Chapo ofrecerán sus argumentos finales al jurado, el cual después deliberará para emitir un veredicto.